La XIII edición de la campaña ‘Sant Antoni Net a Fons’ retiró del fondo marino de la bahía de Portmany unos 300 kilos de residuos, una cantidad lejos de la obtenida otros años -que suele rondar entre una y dos toneladas- a causa del temporal de viento que afectó ayer a las Pitiüses.

Botellas, latas y otro envases conformaron el grueso de los desperdicios que localizaron ayer el equipo de voluntarios que participó en esta iniciativa, aunque también pudieron sacar del agua algún palé, restos de obra y una tubería de gran tamaño.

El ténico de medio ambiente del Ayuntamiento, Diego Ponce, explicó que las condiciones de visibilidad eran «terribles, apenas se podía ver nada».

Además, debido a la meteorología adversa y por motivos de seguridad, se decidió limitar el número de buceadores, descartando aquellos voluntarios que no atesoraran una amplia experiencia subacuática.

Así, de los 50 voluntarios que participaron en esta acción, solo 15 pudieron sumergirse, dedicándose el resto a otras tareas logísticas o a la limpieza de la playa de s’Arenal, donde también se retiraron una gran cantidad de residuos arrastrados por el propio temporal.

A lo largo de la jornada, tomaron parte de las labores de limpieza el grupo de buceadores Voluntarios Sense Fronteres, procedente de Mallorca; el Grupo Ecología Activa; protección Civil, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil.

Por su parte, los centros de buceo de la localidad aportaron el equipamiento necesario, así como una embarcación que se sumó a la de la Guardia Civil y a una tercer que cedió Es Nàutic.

A pesar de haber recogido una cantidad notoriamente más baja de residuos en relación a otros años, Ponce se mostró satisfecho de la campaña, dado que su principal cometido es «que la gente tome conciencia de la necesidad de mantener el mar limpio».