Virginia Marí, ayer, en el acto institucional del Dia de Balears. Foto: DANI ESPINOSA

La alcaldesa de Vila, Virginia Marí, aseguró ayer que está «muy tranquila» ante la querella que el abogado Joan Cerdà ha presentado en el juzgado de instrucción número 4 de Eivissa contra ella por no haber denunciado al Govern balear por su supuesta inacción en relación a los vertidos del emisario de Talamanca. La alcaldesa recordó que «es un tema que viene de lejos», ya que el emisario «lleva 35 años vertiendo». «Creo que no tengo la culpa de nada, no he hecho nada, al contrario, creo que he sido la que más está forzando el tema para arreglar el emisario», explicó Marí, que recordó que el oficio judicial confirma que no está imputada.

La alcaldesa considera que esta denuncia entra dentro de una «estrategia política» y animó a preguntar a Joan Cerdà porqué llega esta querella a tres meses de las elecciones.

Por otra parte, Virginia Marí reconoció que el Ayuntamiento se tiene que enfrentar a un problema «grave» después de que el Tribunal Supremo anulara el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por haberse aprobado (en 2009) sin la Evaluación Ambiental Estratégica que debería haber emitido el Ministerio de Medio Ambiente.

No obstante, Marí cree que «la solución pasa por intentar conseguir este informe lo antes posible, porque es el único fallo y porque el plan está bien oficialmente». La alcaldesa explicó que no sabe si tendrán que volver a tramitarlo o bastará con presentar el documento, pero van a estudiar lo «más oportuno» para el ayuntamiento y los ciudadanos. Marí también aseguró que la protección de ses Feixes está garantizada y que «si hace falta parar licencias, se paralizarán».