Bonet y Ferrer, impulsores de esta iniciativa pionera en España y que ofrece garantías a los profesionales del sexo y a los locales donde ejercen. g Fotos: TONI ESCOBAR | Toni Escobar

Hombres y mujeres de distintas nacionalidades, aunque de momento nadie ibicenco, son los que conforman los más de 80 socios que ya tiene la Cooperativa Sealeer dedicada a Servicios de Alterne y Espectáculos Eróticos, y cuyo objeto social incluye las actividades propias de las «profesionales del sexo». Esta cooperativa consiguió hace 15 días que su actividad fuera reconocida por la Seguridad Social y se creó un epígrafe específico para los profesionales del sexo.

Sealeer da cobertura jurídica y fiscal a las trabajadoras y trabajadores del sexo pudiéndose dar de alta como un autónomo más, facturar, pagar sus impuestos y acceder así a la sanidad o tener una nómina para poder pedir un crédito, una hipoteca o alquilar un piso, algo que hasta ahora era impensable, y además las personas extranjeras podrán así regularizar su situación en España y conseguir la residencia como cualquier otro trabajador extranjero. Es una clara apuesta por la desaparición del proxenetismo y el libre ejercicio de la profesión más antigua del mundo.

De todos los socios que tiene esta cooperativa nacida en Eivissa, el 60% trabajan en la isla y el resto en otros lugares de la península o Canarias. Cada semana reciben tres o cuatro peticiones nuevas: «En verano esperamos aumentar un 100% el número de solicitudes», explicó el representante de la cooperativa Jaime Bonet. De momento, apuntó, no han recibido amenazas de mafias dedicadas a la prostitución, pero están en contacto con las fuerzas armadas del estado y también con la Dirección insular de la Administración del Estado en Eivissa y Formentera. «A la que vemos algo raro lo notificamos a las autoridades», aseguró Bonet.

Locales

Pero no sólo los trabajadores del sexo están interesados en regularizar su situación sino que los locales de alterne también se muestran aliviados por esta iniciativa que les ofrece unas garantías y les evita denuncias de delitos contra los trabajadores o acusaciones de proxenetismo si las personas que trabajan allí pertenecen a la cooperativa. A partir de ahora los locales empezarán a exigir que los trabajadores estén dados de alta «para estar más tranquilos y evitar así multas y denuncias», explicó la presidenta de Sealeer, Patricia Ferrer.

Para ser miembro lo único que se pide es ser mayor de edad y que se ejerza la prostitución de forma libre y voluntaria.

«Muchas chicas me comentaban con ilusión que por fin tenían su número de la Seguridad Social», comentó Ferrer, «se daban de alta de otras cosas para poder cotizar, así a escondidas, y ahora la Seguridad Social ya ha reconocido esta actividad y ha creado un nuevo epígrafe», aseguró Ferrer, que señaló que quizás hay trabajadores del sexo que no les interese regularizar su situación «pero a la mayoría sí», aseguró.

Incluso la Asociación de Vecinos de Figueretes ha acudido a ellos para ver cómo pueden poner solución al problema de la prostitución en la calle que sufre este barrio. Además, en los próximos días tendrán una reunión con al alcaldesa de Eivissa, Virginia Marí, para tratar sobre la regulación de los locales que ofrecen este tipo de servicios ya que no existe norma alguna al respecto en Eivissa pero sí en otros lugares de España como por ejemplo en Barcelona.