El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, en su despacho del Ayuntamiento. | Toni Escobar

Josep Marí Ribas ‘Agustinet’ (Eivissa, 1959) vuelve a ocupar el despacho de alcaldía en el Ayuntamiento de Sant Josep, donde se vuelve a encontrar con el problema del agua y de sacar adelante unas normas urbanísticas. Reconoce que no será fácil porque no cuenta con una mayoría, pero espera encontrar el apoyo de Guanyem. Asegura que quitarán la figura de los AMR.

— Después del primer mes al frente del Ayuntamiento, ¿se ha notado ya en Sant Josep que ha habido un cambio de gobierno?
— Espero que se haya notado un cambio en la ciudadanía y en los funcionarios, pero aún son muy pocos días. Toca trabajo de organización de la corporación y también hemos mantenido reuniones, como con los empresarios de Platja d’en Bossa.

— ¿Y qué conclusiones se sacaron?
— Los empresarios están muy preocupados de que la aplicación dura de ordenanzas pueda perjudicar a sus negocios, pero entienden que tienen que cumplir con lo que está estipulado en horarios y ruidos y quedé muy satisfecho de su actitud. Entienden que el Ayuntamiento haga de árbitro regulador entre las empresas que viven del negocio turístico y la población. Nosotros estamos en medio y tenemos que garantizar que no haya excesos. No se trata tanto de abrir muchos expedientes disciplinarios y poner muchas multas, sino de que realmente seamos conscientes de que se tienen que cumplir las normas.

— El día de la investidura anunció que aplicaría ordenanzas contundentes. ¿En qué consistirán?
— Pueden ser las mismas que ahora pero hacer que se cumplan. Las ordenanzas de ahora no están mal, pero lo que hace falta es que seamos capaces de entendernos todos los sectores.
Hay un tema que me preocupa mucho, estos empresarios se ven sometidos a una competencia desleal, que también queremos combatir, que son las fiestas privadas que se producen en viviendas particulares y que exceden todos los límites posibles de afluencia de personas, de ruido, de aparcamiento de coches. Las viviendas particulares no se pueden convertir en discotecas encubiertas. Hay que intentar pararlas, si se puede antes de que se celebren.

— En estos primeros días se ha encontrado con la autorización para las obras de la interconexión de las desaladoras. Buena noticia para empezar esta legislatura.
— Es una buena noticia que a mis amigos del PP parece que les sabe mal. Me acusaron de que voy buscando titulares, cuando lo que busco son acuerdos para que se pueda acabar de una vez. El 16 de junio me pasaron el comunicado de que Madrid autorizaba las obras de la interconexión y solo lo anuncié. Dije que seguiría haciendo gestiones hasta la extenuación porque es insoportable la situación del agua. El Ayuntamiento no puede estar perforando pozos a cientos de metros y provocando que aún se salinice más el acuífero de Sant Jordi. Lo que tenemos en el pozo de ses Eres es casi un atentado. Llevamos demasiados años con esto y ya está bien, se ha acabado la fiesta. La solución no es otra que la interconexión. Ojalá que hubiera llegado la autorización con el PP porque ya tendríamos agua, pero ha sido ahora.

— Pero las gestiones ya venían desde hace tiempo...
— Correcto. Y les felicito las gestiones si acaba bien, pero estaba encasquillado.

— De esta forma, ¿cuándo tendrá agua potable Sant Josep?
— Me dicen que es una imprudencia decir fechas de finalización de obras porque te puedes equivocar. Me informaron de que las obras pueden empezar después del verano. Con suerte puede ser el último verano con problemas de agua buena, ya que se espera acabar la interconexión durante este invierno. Lo que puedo garantizar es que este alcalde estará encima de estas obras y de estas fechas.

— Estas infraestructuras son competencia del Govern, ¿Qué medidas se tomarán por parte del Ayuntamiento?
— También tengo que reconocer que hay unas obras que se están haciendo ahora, que no son mérito mío, que van desde el Puig Cardona hasta el depósito de sa Carroca. Es el tramo que falta para cuando tengamos agua desalada poderla trasladar hasta Sant Josep. Otro problema es la mejora de la red para evitar las pérdidas que tenemos ahora. El rendimiento de ahora no llega al 60%, perdemos casi cuatro litros de cada diez. Tenemos que acometer una mejora de la red en los próximos cinco y seis años hasta que tenga un rendimiento razonable que pierda menos del 20%. Para ello, tenemos que invertir mucho dinero en materia de agua, destinando gran parte de las inversiones del Ayuntamiento, y que tenga una mínima repercusión en la factura de los clientes, porque los llevamos castigando mucho tiempo.

— Otro de los temas delicados es la ordenación del territorio. ¿Recuperarán las normas subsidiarias (NNSS) que dejaron encaminadas en la legislatura de 2009?
— Cuando se me pide cuál es mi modelo urbanístico, yo digo aquel que puse encima de la mesa en 2009, ya sea a través de las NNSS u otra fórmula, porque la LOUS (Ley de Ordenación y Uso del Suelo) obliga a aquellos que no tenemos el planeamiento aprobado provisionalmente, solo inicialmente, como pasa en Sant Josep, a hacer un PGOU. Es un documento más denso, complicado, extenso, completo... y por tanto, si unas NNSS son complicadas, un PGOU lo es diez veces más. Guanyem reclama hacer este PGOU y estamos de acuerdo, pero si nos ponemos a hacerlo no lo tendremos a corto plazo. Lo que pido es que desde el Consell o del Govern se haga una habilitación para que podamos tener una normativa provisional .

— Además, en Sant Josep llevan mucho tiempo intentando cambiar esta normativa.
— Tiene razón y yo me siento responsable de los cuatro años de gobierno que no fuimos capaces de aprobarlas. Nos acercamos mucho a lo que quería la gente, pero la moción de censura truncó nuestra voluntad y después el PP cambió completamente las normas introduciendo los AMR y urbanizables donde no toca.

— ¿Modificarán estas NNSS del PP que en su día criticaron que se hicieron a medida para beneficiar a Abel Matutes?
— A Matutes le hacen un par de urbanizables que nos parecen muy exagerados. Somos conscientes de que hay cosas que se tienen que arreglar pero otro asunto es que volvamos a crecer por encima de lo razonable.

— ¿Se replanteará el plan de excelencia de Platja d’en Bossa?
— Este plan de excelencia nunca lo hemos contemplado como una opción para introducir en las normas de 2009. En nuestro planeamiento reconocíamos aquello que ya estaba construido en Platja d’en Bossa y recogíamos que los hoteles construidos no tenían que acabar fuera de ordenación, así como una gran área pública y un cierto crecimiento en suelo comercial. Eso sí, la zona comercial era más pequeña de lo que pretendía en su plan de excelencia el Grupo Matutes. No obstante, se tendrá que volver a replantear, ahora el Ayuntamiento tiene una nueva mayoría y partimos de cero.

— ¿Confían en sacar adelante este modelo con el apoyo de Guanyem o creen que será difícil?
— Guanyem tiene una actitud más restrictiva en el crecimiento, aunque en lo básico estamos de acuerdo, tenemos coincidencias. Cuando hablan de no apoyar grandes macroproyectos, nosotros tampoco. Hablan de una tendencia de crecimiento cero, y también estoy de acuerdo. No es lo mismo que crecimiento cero, porque es muy complicado. Lo que crezca tiene que estar justificado, por ejemplo, nos interesa más crecer en Sant Jordi que en las zonas turísticas que ya están muy condensadas, como Platja d’en Bossa. Pero lo que está hecho se tendría que respetar, así lo contemplamos en las normas de 2009.

— ¿Hay temor de que no se puedan aprobar estas normas por falta de una mayoría o buscarán apoyo de los otros grupos con un consenso?
— Lo óptimo para un alcalde, porque eres alcalde de todos, incluso de los grupos que no te han apoyado, es que las decisiones fueran tomadas por consenso, pero es difícil, porque con el PP tengo muchas diferencias de criterio en el modelo urbanístico. Soy consciente de que no tenemos mayoría absoluta y buscaremos consenso con Guanyem. Pero quiero diferenciar el PGOU que tiene que prever un crecimiento o decrecimiento a años vista, de unas normas subsidiarais provisionales que nos permitan hacer algunas cosas, como abrir una calle. En Sant Jordi por ejemplo tenemos un problema de viabilidad. creo que es posible aprobarlo sin grandes crecimientos.

— ¿Qué modelo urbanístico le gustaría para Sant Josep? ¿En qué medida seguirá creciendo?
— Me siento orgulloso de las medidas proteccionistas que tomamos algunos hace tiempo protegiendo espacios emblemáticos, como el Parc Natural de ses Salines o Cala d’Hort. También de las protecciones de la ley de espacios naturales como Platges de Compte o Cala Bassa. Ahora que está de actualidad, por el cambio de propietario, afortunadamente hay unas normas proteccionistas que garantizan que no se puede construir. Como fuimos imprudentes en los años 70 ahora nos toca ser prudentes porque los atractivos de la isla son estos. En los núcleos poblados tenemos que hacer un urbanismo a favor de los ciudadanos, con equipamientos, escuelas, espacios verdes... En Sant Jordi hay que mejorar la viabilidad, en Cala de Bou tenemos 10.000 habitantes y no hay una plaza pública. Por su parte, el suelo rústico hay que protegerlo del desarrollo urbanístico.

— También criticaron la figura de los AMR (Asentamiento en Medio Rural), ¿qué harán?
— Quitarlos

— ¿Y qué opción proponen para estas urbanizaciones construidas en suelo rústico?
— Ninguna. Primero, hay un agravio comparativo porque hay núcleos rurales que lo son y otros con las mismas características que no lo son. Segundo, se habilitaban muchos metros cuadrados en suelo rústico que se podían construir, lo que es injusto, porque unos tenían premio y otros no. Si hay parcelas vacías en esta delimitación y cumples con la media puedes construir con un mínimo de 2.000 metros cuadrados de parcela. La gente con estos terrenos, incluso en zonas Anei como pasaba en Cala d’Hort, son susceptibles de poderse construir. No puede ser. Creo que esta figura no está hecha para hacer núcleos rurales en la serra de Cala d’Hort.

— ¿Entonces que se hará en estos núcleos?
— La LOUS permite legalizar cosas si cumplen una serie de condiciones estén o no estén en núcleo rural. El que se puede legalizar que se legalice y el que no, que se quede como está ahora. Con las AMR se habilitaban 700.000 metros cuadrados nuevos que se podrían construir en suelo rústico. La propuesta es encontrar otra figura que no signifique esto. O delimitamos otros núcleos rurales o ponemos otros criterios que sean objetivos y no arbitrarios como se hizo.

— ¿Cómo ve Sant Josep de aquí a cuatro años?
— No veremos grandes infraestructuras, pero veo acabado el cine de Can Jeroni, el campo de fútbol de Sant Josep, mejoras en la viabilidad de Sant Jordi, una escuela nueva en Cala de Bou, una reforma de la Escola Vella de Sant Jordi y, sobre todo, veo agua buena para todos.

— ¿Y ve una mejor convivencia entre el turismo y los ciudadanos?
— No quiero pecar de optimista pero creo que lo veremos este verano. Lo intentaré y creo que nos harán caso... Los ciudadanos no tienen que ver el negocio turístico como una carga, hay que entenderlo como algo nuestro. Éste es el objetivo a conseguir.