El Govern balear, a través de Abaqua, prevé invertir 33,4 millones de euros en infraestructuras de saneamiento y depuración en las Pitiüses durante los próximos ocho años. Una cifra a la que hay que sumarle los 41,84 millones que el Estado invertirá, en su mayor parte, en la nueva depuradora de Vila y los 3,16 millones que en estos momentos ya están ejecutándose o en licitación, según el cuadro de inversiones presentado ayer en Palma por el conseller balear de Medi Ambient, Vicenç Vidal, y la directora general de Recursos Hídrics, Joana Maria Garau.

La comparecencia sirvió para explicar los problemas de las depuradoras del archipiélago, entre ellas, las nueve plantas operativas en Eivissa y la única de Formentera. Este análisis del funcionamiento de las estaciones de depuración de Eivissa llevado a cabo por la Conselleria de Medi Ambient, ha dado como resultado un «rendimiento bajo» como consecuencia de la acumulación de lodos provocada por la alta presión demográfica de estas fechas y las altas temperaturas que disparan el consumo de agua, además de la falta de mantenimiento «histórica» y la obsolescencia de las instalaciones.

Según esta radiografía del estado de las depuradoras, la que se encuentra en peor estado es la de Santa Eulària, la más antigua de todas. A esto hay que añadirle, según explicaron ayer desde la Conselleria de Medi Ambient, que en los últimos días se ha producido un vertido «de origen y composición desconocido» que ha hecho empeorar la situación.

Los lodos, a Ca na Putxa

El Govern está estudiando el traslado de los lodos procedentes de la depuradora al vertedero de Ca na Putxa, tal y como le ha pedido el Consell d’Eivissa, y ante la dificultad de poder destinarlos como abono ante las quejas vecinales y la dificultad para encontrar propietarios que quieran estos residuos en sus fincas.