De la falta de mantenimiento de las infraestructuras existentes y la escasa planificación de las administraciones a la hora de invertir en unos equipamientos básicos dimensionados, recogemos en el presente las negativas consecuencias. De aquellos polvos, nos llegan ahora estos lodos.

Unos lodos que el miércoles hicieron estallar a los vecinos de Can Sançó y Cas Capità (Santa Eulària), hartos de tener que soportar los malos olores procedentes de la obsoleta depuradora de la localidad.

Al parecer, la solución está en la planta de triaje en el vertedero de Ca na Putxa, proyecto paralizado y que el nuevo conseller insular de Medi Ambient, Miguel Vericad manifestó en la edición del martes de este periódico que podría ser una realidad en 2018.

Mientras tanto, el Consell d’Eivissa pretende depositar temporalmente los lodos en Ca na Putxa, por lo que pidió (jueves) el visto bueno del Govern.

El jueves, el Govern confirmó la pésima situación de las depuradoras y anunció que invertirá en las Pitiüses, junto con el Estado, más de 78 millones de euros durante los próximos ocho años en mejorar la red hidráulica. El martes, Vericad, pedía al Govern un decreto de sequía para acelerar, entre otras cuestiones, la interconexión de las desaladoras. Este asunto ya apesta.

Otra cuestión que ha levantado ampollas es la posible huelga indefinida que los trabajadores de limpieza de cuatro municipios de Eivissa (solo se salva Sant Antoni) han anunciado que harán a partir del 3 de agosto. El hedor puede ser insufrible, además del daño al sector turístico que puede suponer. Lamentable.

Durante la semana también vimos cómo el madrileño Club Deportivo 12 Millas echó tufaradas contra los gestores del Club Náutico de Ibiza. Autoridad Portuaria deberá decidir quién otorga la concesión de las instalaciones que ha gestionado históricamente la entidad de Vila. El Ayuntamiento de Eivissa ya se ha mojado y mostró su apoyo a los actuales concesionarios.

La semana que hoy acabamos también nos deparó aromas refrescantes. Asociaciones de empresarios pitiusos propusieron subvencionar los vuelos de invierno a cambio de beneficios fiscales. Por otro lado, la APB reaccionó y ha señalizado las luces del pavimento del Puerto de Vila, que no pocas lesiones y quejas habían provocado. Corregir es de sabios. En cambio, el Aeropuerto se propone dificultar cada vez más el acceso a los vehículos, ahora con unos pilones que apenas dejan margen. Parece que Aena solo nos señala el parking de pago como solución.

En clave de sucesos, todos lamentamos la muerte de una niña francesa de 7 años en una piscina del hotel que regenta su padre en Port des Torrent. Es el segundo menor que fallece en estas circunstancias en lo que va de verano.

En cambio, provocó mas de una sonrisa la imagen del Range Rover que cayó desde los pantalanes de Es Nàutic de Sant Antoni y que fue salvado milagrosamente por el llaüt Alegría. Sorprendió que la embarcación apenas sufriera ningún daño.