FORMENTERA. Las serpientes llegan a la Mola. La serpiente de herradura es una especie invasora que llega en los olivos grandes para decoración de fincas. En la imagen, una serpiente de este tipo en Eivissa. | Redacción Local

Las serpientes ya no se conforman con campar a sus anchas por Eivissa y empiezan a explorar nuevos territorios. Ese es el caso de un ejemplar, o al menos de su muda, que hace año y medio se encontró en el islote de s’Espartar. Desde el Consell d’Eivissa desconocen cómo pudo llegar la serpiente hasta este vergel del esparto pero no descartan que el reptil fuera nadando hasta él, ya que en Mallorca se ha avistado a un ejemplar en el agua en la costa de Capdepera. Otra opción, quizás la más verosímil, es que una gaviota recogiera la piel de la serpiente y la llevara hasta s’Espartar.

No obstante, desde el Consell señalan que no se ha vuelto a encontrar ningún rastro de ofidio en ninguno de los Illots de Ponent. De producirse una colonización de serpientes en esta zona «la situación sería gravísima», señala el técnico de medio ambiente del Consell d’Eivissa, Jaume Estarellas, ya que allí no hay pequeños roedores, por lo que podrían acabar con las lagartijas endémicas de la zona, como la Podarcis pityusensis kameriana,una subespecia de la lagartija pitiusa.

Y es que hace más de una década que Eivissa ha dejado de ser esa isla de la que hablada Plinio el Viejo hace casi dos mil años en la que las serpientes no tenían cabida. Cada vez son más los avistamientos de estos reptiles y, por lo tanto, sus capturas. Una plaga, a priori,difícil de exterminar pero que no desalienta a los técnicos medioambientales del Consell d’Eivissa, institución que a principios de esta primavera instaló 200 trampas fabricadas por los alumnos de la Escola d’Arts i Oficis que han permitido la captura de 80 ejemplares hasta el momento. Un balance que desde la máxima institución insular califican de satisfactorio. «[Las trampas] están funcionando muy bien, pero harían falta muchas más», comenta Estarellas.

Zonas

La mayoría de las trampas se han instalado en Santa Gertrudis, Sant Llorenç, la zona de Can Guasch (Santa Eulària) y Sant Carles, siendo la zona de s’Aigua Blanca donde últimamente se han encontrado muchos ejemplares, que están llegando incluso a Sant Vicent de sa Cala.

De momento, el sur de la isla de Eivissa se está salvando de esta plaga, que también ha llegado a Formentera.