Joan Gual ya ha tomado posesión del cargo como presidente de la APB.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer el nombramiento de Joan Gual de Torrella Guasp como nuevo presidente de la Autoritat Portuària de Balears (APB) en sustitución de Alberto Pons Fernández, que cesa en el cargo, según informó ayer la APB mediante un comunicado.

Gual de Torrella nació en Palma en el año 1956 y formó parte del Consejo de Administración de la APB como vocal desde el año 2006 hasta el 2013 en representación de la Cambra de Comerç de Mallorca, una entidad a la que, según informó la APB, siempre ha estado estrechamente ligado durante las dos últimas décadas y de la cual fue su presidente entre el 2006 y el 2013. Actualmente es vocal de la junta directiva del Cercle d’Economia de Mallorca (de la que fue promotor y vicepresidente), así como vocal del Consell Econòmic i Social de las Universitat de les Illes Balears desde 2006.

También presidió las Cámaras de Comercio de las Islas de Europa INSULER desde 2009 a 2014. Además, ha formado parte con distintos cargos del Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España, donde presidió la Comisión de Turismo, de la Asociación de Cámaras de Comercio del Mediterráneo ASCAME y de la Cámara de Comercio Internacional CCI.

Gual de Torrella se enfrenta a grandes retos como máximo representante del gestor portuario de Balears. En el ámbito de Eivissa debe abordar el futuro de la continuación de las obras de la fachada marítima, que estaba previsto que arrancaran en otoño. Para ello, será necesario buscar el consenso entre Vila, los comerciantes y otros grupos de la sociedad ibicenca, como los arquitectos que mostraron su conformidad de las obras de la fachada marítima. Otra de las ‘patatas calientes’ que deberá gestionar es qué hacer con el edificio de es Martell y qué se construirá en esa zona. Cabe recordar que existe un acuerdo de pleno de Vila en el que reclaman la creación de una plaza pública, pero el proyecto inicial contempla la creación de un edificio para dar servicio a las marinas. De hecho, el anterior presidente de la APV insistía en la necesidad de este nuevo edificio para dar un correcto servicio a las marinas. Otra de las polémicas que tendrá que gestionar tiene que ver con la remodelación del Club Náutico Ibiza por la que compiten tres empresas y dos de ellas ya han intercambiado duras palabras públicamente. El gestor portuario debe analizar los proyectos y decantarse por una de las ofertas.

Una tercera cuestión de otras tantas es los usos turísticos en faros. Cabe recordar que existían varios proyectos hoteleros y turísticos para los faros de Eivissa y Formentera.