Insectos y larvas ocupan las numerosas charcas de aguas fétidas localizadas en las inmediaciones de la nueva depuradora.

Hartos de tener que soportar el intenso hedor producido presuntamente por vertidos de aguas fecales de la depuradora de la zona, los vecinos de Cala Corral están estudiando la posibilidad de presentar una demanda contra Aqualia y contra el Ayuntamiento de Sant Josep.

Así lo explicó Noemí Carrasco, presidenta de la comunidad de propietarios de Bungalow, una de las cinco urbanizaciones de Coral Mar. «Estamos preparando una demanda contencioso-administrativa en la que pediremos responsabilidades personales a técnicos, ingenieros de la compañía y a funcionarios y políticos», detalló la representante vecinal de las 63 familias de este conjunto de apartamentos. Carrasco matizó que, antes de emprender acciones legales, darán entrada en el consistorio de un escrito y esperarán respuesta «durante un tiempo prudencial».

Más vertidos

Los vecinos de la zona explicaron que los malos olores proceden de los vertidos de la depuradora, ubicada en la parte alta de una ladera que da a la urbanización. Aqualia defiende que solo vierte agua depurada, aunque la acumulación de aguas estancadas llega hasta las viviendas y el hedor es evidente.

Por otra parte, vecinos de las cinco urbanizaciones de Coral Mar, urbanización que agrupa a unas 500 viviendas y a unos 1.500 vecinos, denuncian la proliferación de multitud de vertidos fecales distribuidos en las inmediaciones de la nueva depuradora. El presidente de las cinco urbanizaciones, Olivier Colletta, denunció la existencia de «muchos tubos que atraviesan los caminos y se meten en el bosque y que no paran de verter agua pestilente».

Este periódico pudo constatar la instalación de una red de tuberías en dominio público que descarga agua en varios puntos. En estos espacios, existe una gran concentración de insectos y larvas, la vegetación se encuentra ya afectada por los vertidos y el hedor es especialmente intenso.

LA NOTA

Sin ninguna solución hasta febrero del año que viene

Por otra parte, el presidente de las cinco urbanizaciones, y que comprende Coral Mar, Olivier Colletta, se reunió ayer con responsables municipales. Desde el consistorio, le aseguraron que la nueva depuradora entraría en funcionamiento en febrero de 2016. Sin embargo, no ofrecieron “ninguna solución inmediata” a los presuntos vertidos fecales que abundan precisamente en las inmediaciones de este nuevo equipamiento. Sí que se comprometieron a visitar el lugar para efectuar una inspección.