El equipo de gobierno de Vila se reunió ayer con el presidente de la APB y parte del personal del gestor portuario.

El presidente de la Autoritat Portuària de Balears (APB), Joan Gual de Torrella, hizo ayer su primera visita oficial a las Pitiüses, donde explicó que mantienen los plazos para continuar con la reforma del puerto de Eivissa (noviembre) y que, en los dos meses que restan, esperan a llegar a un acuerdo sobre qué hacer en es Martell y si habrá edificio y/o plaza pública. Tras el encuentro de una hora y media que mantuvo con el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, Gual de Torrella explicó que el puerto se debe pensar «con una visión a largo plazo; si pensamos cada parte como si fuera aislada tendremos un conjunto incoherente» y precisó que la reforma del puerto continuará en otoño. «Nos hemos fijado unos objetivos de tiempo marcado de análisis, tiempo marcado para proyectar y tiempo marcado para ejecutar porque si no, los cuatro años que tenemos pasan volando. Intentaremos que sean cuatro años dinámicos, que no se dilaten».

Sobre la posibilidad de que la APB renuncie al edificio en la zona porque existe un acuerdo de pleno que pide únicamente una plaza pública en esta zona del puerto, el presidente de la APB no quiso especificar este punto y añadió: «Cuando se ponen sobre la mesa muchos factores no se puede descartar nada». Por su parte, el alcalde Rafa Ruiz también mostró una actitud flexible y apuntó que Vila «está en disposición de entender la postura de la APB. Tenemos un acuerdo de pleno que ya se conoce [sólo plaza pública y no edificio] y el presidente de la APB también lo sabe. Tenemos un acuerdo de pleno y este acuerdo es nuestra hoja de ruta, pero si Vila no acepta el edificio, a lo mejor tiene que ofrecer otras opciones. Tenemos que tener una postura de entendimiento y de ofrecer soluciones», apuntó Ruiz sin concretar en qué consistirían estas alternativas y en qué se basarían. Gual de Torrella señaló que «en ningún momento» el gestor portuario ha hablado de eliminar la plaza pública.

El alcalde de Vila explicó, además, que han solicitado a la APB que en los amarres de la dársena de Poniente, que están en fase de licitación, se respeten las pequeñas esloras: «Los grandes yates son más atractivos comercialmente, no nos parece mal, pero los residentes son primordiales», concluyó.