Una treintena de personas, miembros del colectivo de taxistas autodenominados Corsaris, acudieron ayer por la mañana a la salida de la discoteca Amnesia, en Sant Rafel, para ahuyentar a los presuntos taxistas ‘pirata’ que allí esperaban para hacer negocio. Los taxistas legales, algunos de ellos disfrazados y enmascarados, se dirigieron en primer lugar a la parada de autobuses situada justo delante de la cola de taxis. Allí aguardaban su turno un par de ‘piratas’, que fueron increpados y empujados por varios ‘corsarios’ exaltados. Al verse en minoría, uno de ellos decidió cruzar la calzada de la carretera entre Sant Rafel y Vila y parar el tráfico, poniendo en serio peligro su vida. Una furgoneta tuvo que frenar para no llevárselo por delante, mientras él gritaba a la pareja de guardias civiles que a lo lejos habían interceptado a un supuesto ‘pirata’, pero eran ajenos a lo que sucedía 150 metros más abajo.

En esta ocasión, y a diferencia de la manifestación de hace dos semanas, el número de piratas era mucho menor. Algunos de ellos ya se habían marchado de allí con su coche cargado de clubbers, incluso con más pasajeros de los legalmente permitidos, antes de que los ‘corsarios’ llegaran. Otros, al verlos llegar, rápidamente cruzaron el puente hacia el otro lado de la carretera.

Tras desaparecer todos los ‘piratas’ de la salida de la discoteca, los taxistas se dirigieron al polígono de Montecristo, donde muchos discotequeros y presuntos ‘piratas’ estacionan sus vehículos. Allí, un grupo reducido de ‘corsarios’ rodeó un coche con su conductor en el interior. «¿Vienes de after o eres un ‘pirata’? ¡Diles a los tuyos que a partir de ahora los ‘corsarios’ echaremos a todos los piratas de aquí!», gritó uno de ellos. El hombre no tuvo más remedio que darse la vuelta y marcharse de allí.

No tuvo tanta suerte otro supuesto pirata aparcado cerca del Pou de na Maciana. Éste, al verse rodeado por otra cuadrilla de ‘corsarios’, se hizo con un par de piedras con las que amenazó a los taxistas. Éstos, por su parte, hicieron lo propio y también patearon las puertas del vehículo. Tras varios insultos y amenazas, el presunto taxista ilegal lanzó la piedra contra los ‘corsarios’ con la suerte de que sólo impactó contra su propio vehículo. El ambiente se fue caldeando y tras varios insultos por ambas partes, dos taxistas redujeron al ‘pirata’, mientras un enmascarado le propinaba una patada. Al final, el supuesto ilegal se marchó. Eso sí, con el coche abollado.