La rotura de una tubería, ya reparada, dejó varios charcos de agua en el suelo que se acumulaba en las canaletas para conductos | DE

Las obras de acondicionamiento del búnker de la radioterapia del hospital Can Misses tendrán una duración aproximada de un mes. El director médico de Can Misses, el doctor Pedro Fernández, confirmó ayer tras una visita a las instalaciones que «la empresa concesionaria ha informado de que en el plazo de un mes tendrán las instalaciones eléctricas, fontanería, de acomodación mínima, para que posteriormente y hasta finales de año empiecen con los detalles técnicos para el inicio de las actividades de radioterapia».

Fernández calcula que «en diciembre» se empezará con la instalación del acelerador «para garantizar la actividad probablemente a primeros de año».

Desde el lunes ya hay movimiento en las instalaciones para prepararlo para la radioterapia. De hecho, Jorge Serna, el jefe de obra de la empresa Radytec Innovación, especialista en el blindaje de las instalaciones radiológicas, explicó que desde el lunes están ultimando los detalles para empezar las obras. «Estamos haciendo los preparativos para empezar la obra, como los cerramientos y vallados. Los instaladores están haciendo mediciones para traer material», explicó ayer el jefe de obra.

Aseguró que, a partir de la semana que viene, empezarán con las adecuaciones del búnker. «Las preinstalaciones para el acelerador lineal, el TAC de simulación y la zona de servicios». Serna, que estuvo ayer en el espacio del búnker, explicó algunos detalles de la obra a realizar y la ubicación de la zona de consultas, zona de espera, el TAC de simulación y el acelerador.

Durante la visita, había un charco en el agua procedente de la rotura de una tubería, ya arreglada, que levantó sospechas acerca de que si había alguna fuga. El jefe de obra aclaró que «no hay filtraciones» y explicó que el agua del suelo que procedía de la tubería se acumulaba en las dos canaletas, los pasos de conductos del búnker para llevar cables al exterior.

Alrededor de media docena de personas trabajaban ayer en las instalaciones. «Es el primer día de actividad», dijo Fernández tras la inspección al búnker en el que iba acompañado de la consellera insular de Benestar Social, Lydia Jurado.

La consellera dijo tras la visita que «han empezado con los trabajos, tal y como se han comprometido y hemos visto cómo están trabajando para constatar que se está trabajando como correspondía». Jurado explicó que, una vez acabadas las obras, el último visto bueno lo tiene que dar el Consejo de Seguridad Nuclear, «que vendrán in situ para verificar que cumple con todas las normativas; si se pone en marcha será con todas las garantías, en caso contrario no se pone en marcha».

Jurado recordó «la necesidad de poner en marcha cuanto antes» el servicio de radioterapìa.