Último día de temporada para el Hippy Market de Punta Arabí. Multitud de amigos del mercadillo asistieron ayer al cierre de este popular recinto. Centenares de personas disfrutaron de las actividades y de la música de Miko Weaver, exguitarrista de Prince, que actuó en la carpa multicultural a desde las 14,00 horas, todo un lujo para los asistentes. Hubo paella casera por 7,90 euros el plato y en la zona infantil se hicieron varios talleres donde los más pequeños pudieron crear su propio recuerdo del Hippy Market o participar en talleres de reciclaje mientras sus padres disfrutaban de otras actividades. En la zona superior del mercado se instaló un divertido mural a modo de photocall.

El encargado del mercadillo, Thomas Hofman, hizo un balance positivo de la temporada aunque explicó que los meses más flojos fueron julio y agosto debido al tipo de turista que se acerca al mercado, «el turista del todo incluido, que no gasta tanto».

«Ha ido bien», dijo Hofman, «pero a partir de agosto ya ha llovido y nos hemos tenido cinco miércoles mojados, normalmente no nos llueve tantas veces, ha hecho un tiempo un poco raro», lamentó. Unas inclemencias que continuaron en octubre que «también hizo malo, pero en abril y mayo hubo mucha gente». Hofman dijo que precisamente esos meses de abril y mayo han compensado el mal tiempo que han tenido, «tengo la sensación de que la temporada empezó antes porque vino mucha gente antes de junio. Luego en julio hizo mucho calor y no tuvimos tantos visitantes».

En cuanto a los puestos que más triunfan en el mercadillo (hay un total de 500) suelen ser los de artesanía, «los que no ofrecen aquello que puedes encontrar en las tiendas normales», puntualizó Hofman, «este año han tenido mucho éxito los puestos con complementos de plumas, que están muy de moda», aunque algunos puestos se han quejado y «comentan que la gente no gasta tanto como en años anteriores».

Por otro lado, respecto a los establecimientos de restauración y la tienda de merchandising, Thomas Hofman dijo que han vendido «como siempre».

Otro de los puestos que han sido más populares son lo que vendían «carteles de madera hechos con palets, tipo flechas indicando la dirección de Eivissa. Aunque uno de los reclamos que nunca falla, y que es siempre muy popular, es el espacio de la entrada donde los turistas pueden disfrazarse y convertirse en hippies por unos momentos e inmortalizarlo en una instantánea ante un florido photocall hecho para la ocasión.

Una temporada más para este mercadillo que lleva abierto desde el año 1973, nada más y nada menos que 42 años de historias, música, artesanía y actividades de todo tipo en buena compañía.