Los organizadores de la concentración recogieron y pintaron zapatos rojos como símbolo contra la violencia machista. | Daniel Espinosa

A ritmo de batucada, las mujeres ibicencas que no pudieron unirse a la marcha contra la violencia machista que se desarrollaba a la misma hora en Madrid se concentraron ayer a mediodía en el paseo de Vara de Rey para reivindicar, entre otros asuntos, que la violencia contra la mujer sea considerada «cuestión de Estado».

Alrededor de un centenar de personas, entre ellos, la vicepresidenta del Consell, Marta Díaz, el alcalde de Vila, Rafael Ruiz, conselleras como Lydia Jurado o concejalas como Elena López Boned o Montse García asistieron al espectáculo de tambores, tras el cual la presidenta de la Associació de Dones Progressistes, Beatriz Torreblanca, leyó el manifiesto nacional en apoyo a la marcha estatal.

Un total 1.378 mujeres han muerto en los últimos veinte años a manos de sus parejas o exparejas. Solo en el verano de 2015 fueron asesinadas 37 mujeres y 8 menores. Por este motivo, el manifiesto reivindica que las leyes contra la violencia machista se amplíen e incluyan otro tipo de agresiones sexuales a las mujeres como las violaciones, el acoso laboral o la trata de blancas.

Según explicó Torreblanca, es necesario el compromiso por parte de las diferentes administraciones para acabar con las agresiones a las mujeres. Para la presidenta de esta organización, es «primordial» tanto la prevención como la coeducación. «Hay que cambiar los estereotipos. De lo contrario, no cambiaremos nada y tendremos que seguir asistiendo a las víctimas durante siglos».

Torreblanca alertó de los «fallos» que todavía existen en la justicia y criticó la falta de medios y recursos humanos en los juzgados. Según dijo, la Oficina de la Dona de Eivissa es «un servicio muy importante pero ojalá pudiera tener más recursos porque el verdadero trabajo a largo plazo es el de prevención».

En este sentido, reclamó que la prevención sea «una política prioritaria» que incluya un sistema coeducativo».

Otra de las reivindicaciones de este colectivo es la eliminación de «la custodia compartida impuesta y el régimen de visitas a los menores de los maltratadores condenados», así como la retirada de la patria potestad.

Durante el acto, se recogieron y pintaron de rojo zapatos que se colocarán el próximo 25 de noviembre en el centro de Vila para reivindicar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.