Es tiempo de setas en Eivissa, y aunque la temporada no ha empezado con mucha fuerza, los aficionados a buscar estos preciados hongos salen cada día a la que tienen una ratito a caminar por los bosques ibicencos en busca del más codiciado, el pebràs, pero también de muchos otros no menos sabrosos aunque sí más desconocidos.

Pero ante todo es muy importante la precaución. En Eivissa hay cinco especies de setas mortales, y que en caso de sobrevivir a ellas causan graves deficiencias hepáticas crónicas y de por vida. Por eso es muy importante saber y tener el convencimiento de que el hongo que se ha recogido en el bosque es comestible. Una forma de saberlo es consultarlo en los talleres micológicos que se llevan a cabo en el Centre d’Interpretació dels Amunts, en Sant Llorenç, allí el micólogo Jaume Espinosa enseña a quien acude a él qué setas son buenas y cuáles no lo son.

Otro consejo es ir acompañado a buscar setas por alguien que sepa o por una buena guía. Pero el mejor remedio es que ante la duda, siempre hay que desechar los hongos sospechosos.

LAS RECETAS

Arroz con picornells

Preparar una picada de dos cabezas de ajo, un poco de perejil, un trozo de pimiento rojo sofrito y una ñora que si es escaldad sacaremos la miga o la podemos freír.

Sofreímos las judías tiernas cortadas y las reservamos.

Para el fondo, primero sofreímos la cebolla picada, cuando esté transparente le añadimos un poco de pimiento rojo a cortes no muy pequeños y cuando todo se haya salteado se ponen los picornells cortados, lo cocemos un poco más y añadimos el botifarró a trozos y se añade sal y pimienta al gusto.

Cuando el fondo está a punto, añadimos garbanzos mientras mezclamos para que se integren bien los sabores y ponemos el arroz, el azafrán y especies. De nuevo mezclamos bien y añadimos caldo de pollo caliente. Cuando falten unos cinco minutos para acabar de cocer, ponemos por arribar las judías tiernas antes reservadas. Si se prefiere un arroz más caldoso y no tan seco tan sólo hay que añadir más caldo.

Coca con llenegas

La llenega negra es un excelente comestible que no sale hasta la segunda mitad de noviembre o primeros de diciembre. Es buen comestible tanto la parte superior como el pie, pero son texturas y cocciones diferentes.El pie también es muy bueno a la brasa o a la plancha.

Para hacer la coca de llenegues se prepara una masa de coca, por ejemplo con un vaso de cerveza, un poco de levadura (unos 20 gramos), la harina que admita y todo bien mezclado. Se sofríe la cebolla cortada, no muy cocida y la reservamos. Sofreímos las llenegas troceadas y se mezcla la grasa magra cortada a daditos y lo reservamos y ponemos sal y pimienta al gusto.

Por encima de la masa bien estirada en una bandeja del horno, ponemos la cebolla y luego las llenegas con la grasa. Se cuece el horno 20 minutos a 190 grados. Retiramos la bandeja del horno y ponemos piñones esparcidos y el queso rallado, se deja de nuevo al horno unos cinco, minutos más. Luego se sirve al coca fría.

"La más conocida es el pebràs pero la más sabrosa es llenega"

Toni de Can Miquelet es muy aficionado, sale cada día a buscar setas por los alrededores de su casa en el pueblo de Santa Gertrudis

Uno de los mayores expertos de Eivissa en variedades de hongos de las Illes Balears es el conocido Toni de Can Miquelet que sale a buscar setas cada día «pero este año no hay muchas. Siempre voy por mi casa o los alrededores, en Santa Gertrudis».

Desde pequeño que sale a buscar setas y hace 11 años se involucró en un proyecto sobre el estudio de las setas porque «el conocimiento de estos hongos aquí en Eivissa era muy inferior que en la Península», dijo.

Junto al micólogo Jaume Espinosa elaboraron un catálogo de todas las especies de las Illes Balears y contactaron con gente muy buena en este campo, «de hecho aún seguimos completando este catálogo», puntualizó.

En Eivissa no hay tanta variedad de setas como en la Península y esto es debido a que no hay encinas, «la seta más conocida es elpebràs pero para mi la más sabrosa es la llenega, y la gírgola de caña es muy buena también», dijo. Para Toni las setas son un alimento de acompañamiento, «no se pueden tomar en grandes cantidades porque si están en plena esporada nuestro sistema inmunológico puede ser que rechace las esporas y cree una alergia», adviritó.

A la hora de cocinarlas y comerlas, a Toni como más le gustan es a la brasa con un poco de ajo y perejil, aunque «se pueden cocinar de muchas maneras, y el pebràs con un poco de sobrasada está buenísimo», concluyó este aficionado y experto en micología de las Balears.

"Mis padres me hacían probar las setas antes de comérselas ellos"
Miquel Vericad forma parte de esos pocos, junto a Toni de Can Miquelet, que conocen en profundidad las variedades de hongos de Eivissa

El conseller de Medio Ambiente del Consell Insular d’Eivissa, Miquel Vericad, es un experto en micología. Es una afición que ya le venía de pequeño cuando «iba a buscar setas y mis padres, antes de comérselas me las hacían probar a mi porque yo sabía perfectamente cuáles eran buenas y cuáles no».

Vericad tiene esta afición desde pequeño, pero es que además se ha juntado con expertos y hasta él mismo ha acabado formando parte de un pequeño grupo de profesionales de la micología de las Illes Balears.

Se formó en Mallorca con Josep Siquier, uno de los mayores conocedores de setas de las islas y también conoció a Joan Carles Salom. Un vez en Eivissa se juntó con Toni de Can Miquelet y Jaume Espinosa, los tres fueron invitados a Mallorca, se unieron a un estudio sobre los hongos de las Illes Balears que les han llevado a incorporar 43 nuevas especies en un nuevo catálogo (el último data del año 1970, una colaboración que aún perdura en el tiempo y que siguen completando.

A Vericad la variedad que más le gusta es el pebràs y el champiñón silvestre aunque reconoce que hay otras especies muy gustosas como los fredolics, el esteperol y las llenegues. «Me gusta cocinarlos estofados con tomate, cebolla, pimiento rojo y chorizo picante de León», explicó el conseller.

"Mi madre era muy buscadora de pebrassos pero no se los comía"

Lluís Ferrer es panadero y escritor, y aprovecha cualquier momento libre para ir a buscar setas por los alrededores de su casa en Cala Mastella

Otro aficionado es el escritor y panadero de Sant Carles, Lluis Ferrer, que también iba con su madre de pequeño a buscar. «Ella es muy buscadora de pebrassos pero no le gusta comerlos, me enseñaba los rincones donde encontrarlos, los lugares con sol, los más húmedos.... Pero ella sólo buscaba pebrassos y hay muchos otros y la mayoría son comestibles», explicó Ferrer.

A él le gustan mucho las múrgoles que son «como una bolita, como una patata pequeña que con un consomé o caldo quedan muy buenas, le da gusto a bosque». Los picornells, también le gustan mucho, «son pebrassos más pequeños y crecen más adelante cuando empieza a hacer más frío», explicó. Por otro lado, Ferrer también destacó las llanegues negras «con salsas y arroces están muy buenas, los pixacans que son comestibles pero un poco laxantes, el champiñón silvestre y las gírgolas también son muy buenas. Aunque las que me gustan mucho son las blavetes, que son como el pebràs pero de color azul o lila muy intenso, es una seta muy delicada a la que sólo hay que darle un punto de cocción».

Ferrer suele ir a buscar setas por los alrededores de su casa, en Cala Mastella, por Sant Carles. «De momento este año ha empezado bien, ha llovido mucho y no ha habido una gran eclosión de setas, han salido antes pero en menor cantidad, de forma más sostenida, haría falta otra llovida para que salieran más», comentó.