Imagen de la estación marítima de Sant Antoni, que fue inaugurada en agosto de 2006 con escasa rentabilidad portuaria. | Redacción Local

Día 9 de agosto del 2006. Mientras los albañiles, a toda prisa, colocaban las últimas baldosas en una esquina del edificio, el buque Bahía de Málaga, procedente de Denia, entraba por la bocana del puerto de Sant Antoni. En ese mismo momento, el entonces presidente del Govern Jaume Matas, acompañado por la prensa, y algunos técnicos y políticos como Pepe Sala, entonces alcalde del pueblo, y el expresidente del Consell de Ibiza y Formentera Pere Palau, y directivos y presidentes de varias navieras, izó la bandera azul otorgada a la estación gracias a sus infraestructuras, cortó la cinta y descubrió la placa conmemorativa del acto. Una placa que hoy en día ya no se puede ver porque fue retirada debido a las condenas penales contra Matas.
Diseño moderno
Ésta era entonces una estación marítima de diseño moderno e innovador, proyectada por el arquitecto Javier Planas, y con un coste de 3.431.704,06 euros. Se construyó dotada de un fínger –algo impensable por aquel tiempo en un puerto de la isla- por donde podían embarcar y desembarcar los pasajeros; de un bar –cerrado la gran parte del tiempo-; de escaleras mecánicas y escáner para ver en el interior de las maletas, aparato que nunca entró en funcionamiento; un aire acondicionado que no siempre estaba en marcha, y alguna que otra gotera que se dejaba ver en los días lluviosos.
Todos bendecían y alababan la magna obra y auguraban un futuro prometedor para estas instalaciones, mientras que algunos, en cambio, pensaban que eran desmesuradas y veían con recelo su utilización.
Pero lo cierto es que pasados casi diez años, vecinos del municipio de Sant Antoni afirman que «es una pena» que unas instalaciones como éstas estén «tan infrautilizadas». Como Miguel Planells, hijo del dueño del bar Tiburón, que piensa que «las instalaciones están mal aprovechadas»; o Merel, gerente del Rita’s Cantina, que dice que «me parece mal que no apenas se utilicen. No veo con buenos ojos que pasen camiones, pero personas sí, y además, que haya barcos da trabajo a taxistas, bares y hostales y hoteles de alrededor». En cambio, a este paso, el pueblo se está quedando muerto en invierno, y al final sólo podemos ir de casa al trabajo y nada más porque no hay nada más que hacer. Además de que este puerto tiene mejores instalaciones que el puerto de Ibiza y los trayectos son más cortos desde la Península».
Y es que en este año 2015 tan solo ha operado una naviera en la estación, y únicamente los meses que van desde abril a septiembre. La otra naviera que tenía oficina en la estación y también operaba algunos meses de verano dejó de hacerlo el año 2013.
Al preguntar sobre este tema al director general de Ports i Aeroports de Balears, Xavier Ramis, dijo que no conocía la razón por la cual ha pasado esto y que debían ser motivos «puramente comerciales». También apuntó que en 2014 se aprobó una reducción de las tasas portuarias que han entrado en vigor este año.
Pero la verdad es que si se comparan los años 2013 y 2014 puede observarse la reducción de pasajeros: año 2013- Entrada de pasajeros (116.408). Salida de pasajeros (114.242). Año 2014 Entrada de pasajeros (36.876); Salida de pasajeros (29.000).
Como puede verse, en el último año existe una reducción de tráfico, y el mismo Xavier Ramis apuntó que «este sería más o menos parecido».
Por otra parte, también son conocidos los problemas que durante todos estos años han causado los desembarcos de vehículos, sobre todo los camiones que alguna vez llegaron, ya que al estar enclavado el puerto en el centro del pueblo se formaban atascos, sobre todo en verano, que colapsaban el casco urbano. Además, alguna vez, vecinos de la zona denunciaron los ruidos de algún barco, que de madrugada mantenía encendidos los sistemas de autogeneración de energía; y la ola gigante que se generaba a la entrada de estos barcos en la zona costera, que había dado más de un susto a bañistas de Caló des Moro y Ses Variades.
Xavier Ramis reconoce estos problemas y por ello apunta que es necesaria una reunión entre el Ayuntamiento de Sant Antoni, Consell d’Eivissa y Ports de Balears para «buscar una línea de actuación y recabar las diferentes posibles salidas que dar al puerto». El director general de Ports i Aeroports subrayó que «ha estado recogiendo las quejas de numerosos alcaldes de otros municipios de las islas en relación a la escasa inversión que se ha realizado en los puertos de Baleares en los últimos años y, pese a que en los 4 pasados se han gastado 400.000 euros en reformas, dice que su objetivo es incrementar éstas en todas las islas.
Para ello se prevé que el próximo 18 de noviembre se comiencen en el puerto de Sant Antoni las obras destinadas a la mejora de las instalaciones de protección contra incendios, presupuestadas en 119.350 y ejecutables en 3 meses, otorgada a la empresa Noxor Mascaró S.A. También el año que viene se espera la reforma del edificio donde se enclavan las oficinas de puertos, así como de otras instalaciones portuarias.
Por su parte, la única naviera que respondió a nuestro requerimiento de aclarar sus posturas frente a la línea de Sant Antoni, afirmó, en una escueta nota, que sigue apostando por explotar la línea desde Denia en los meses que van de abril a septiembre.
Mientras, el alcalde de Sant Antoni, Pep Tur Cires, declaró que «la bahía es el pulmón turístico de Sant Antoni, y como tal debemos protegerlo». De esta manera dice estar «a favor de un puerto turístico, lo que quiere decir que en tal cabrían los barcos de recreo y pasajeros, no así mercancías y gran carga de vehículos, algo que no es compatible con el turismo porque causa muchos problemas de ruidos, atascos y contaminación».
Cires también aseguró que «está de acuerdo en que la solución pasa por sentarse con Ports de Balears y el Consell Insular, ya que el puerto de Sant Antoni no es competencia del ayuntamiento y no podemos decidir sobre él».