Homenaje a toda una vida haciendo barrio en Vila. Con estas palabras, definió Alfonso Rojo, presidente de la Pimeef, el homenaje que la Asociación de Comercio quiso dedicar a los propietarios de la pastelería Los Andenes, que cerró sus puertas hace unas semanas tras 75 años de historia, y del Super Funoy, que lo hará a finales de año.

El acto se celebró en el restaurante Ca n’Alfredo, donde se entregaron sendas placas conmemorativas a sus propietarios, Ricardo Cardona y Antonio Riera, quienes decían sentir una mezcla entre «tristeza, alegría y emoción» por el cierre de estos establecimientos y el reconocimiento que están recibiendo estos días.

Mariano Riera, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Balears explicó en un pequeño discurso antes de la entrega de placas que, cuando se enteró del cierre de Los Andenes, «casi me pongo a llorar». En la misma línea se expresó también Gonzalo González, presidente de los Panaderos y Pasteleros, quien reconoció «la labor de una empresa familiar compuesta por varias generaciones que han endulzado la vida de los ibicencos con mucho esfuerzo y trabajo».

El presidente de la Pimeef deseó a ambos que «disfruten del descanso con la conciencia tranquila de haber hecho las cosas bien». Alfonso Rojo destacó la cantidad de años que estas dos empresas han estado «al pie del cañón» y afirmó que el pequeño comercio «es el futuro» de Vila. «Los empresarios mantenemos la ciudad viva y hacemos que las aceras de la ciudad estén engalanadas y limpias. A nadie le gusta ver persianas cerradas con graffitis», añadió.

Por ese motivo, lamentó «la altísima carga fiscal que tenemos que soportar y lo costoso que es mantener un puesto de trabajo», por lo que pidió a las instituciones «que no nos dén nada pero que no tampoco hagan normativas que nos perjudiquen ni saquen el comercio de las ciudades a los polígonos».

El propietario de Los Andenes mostró su «preocupación» por los elevados impuestos que tienen que pagar los empresarios y la competencia que el pequeño comercio tiene de las grandes superfície.

LA NOTA

El futuro del local de Los Andenes, en el aire

Ricardo Cardona, miembro de la tercera generación de pasteleros, cuenta que no se acaba de acostumbrar a no tener que levantarse tan pronto cada día. Cardona pretende ahora emprender nuevos negocios que no estarán relacionados con la pastelería.

Hay varias personas interesadas en alquilar el local de Los Andenes aunque, como dice, “no hay nada cerrado”. “Nos gustaría que pusieran una pastelería y, si no, un negocio que sea especial”, dijo.

El gran esfuerzo del pequeño comercio

Antonio Riera, propietario del supermercado Bartomeu Funoy, dice sentirse triste por el cierre de su negocio pero alegría porque “empieza otra vida más tranquila2.

Riera habla del difícil futuro del pequeño comercio: “Volvemos atrás, a trabajar cada vez más horas”. Se queja de las “grandes cargas” que tienen que soportar los empresarios. Riera habla también de los inviernos, en que “los gastos siguen, bajan mucho las ventas y con pocas ayudas”.