La depuradora de Portinatx se ha quedado totalmente obsoleta con el paso de los años y el aumento de la población.

El Ayuntamiento de Sant Joan está estudiando la posibilidad de instalar un sistema de bombas hidráulicas en la playa de Portinatx de cara a la próxima temporada turística para evitar que se vuelvan a formar las algas que en los últimos veranos han dado un aspecto verdoso en sus aguas.
El alcalde del municipio, Antoni Marí ‘Carraca’ anunció en el último pleno de la corporación que los técnicos municipales están trabajando actualmente en la puesta en marcha de este sistema, aunque el mayor problema al que se enfrentan es conseguir la energía eléctrica necesaria para que las bombas se pongan en funcionamiento.
El concejal socialista Pep Torres insistió en la necesidad de «dar una solución a los problemas de la playa» hasta que se construya la nueva depuradora de Portinatx y el emisario, proyectos que no estarán listos la próxima temporada.
Torres celebró que ‘Carraca’ «se haya implicado en esta cuestión» y recordó que hay un sistema de filtración en Cala Tarida que está dando buenos resultados y que consiste en sacar agua fría de la parte más profunda de la playa y llevarla a la orilla para refrescar el agua y evitar la formación de las algas como consecuencia de las elevadas temperaturas del agua del mar.
El verano pasado, unos análisis realizados por el departamento de Sanidad Pública del Govern determinaron que la calidad del agua era óptima en esta playa, a pesar de las críticas del PSOE que argumentaban que el color verdoso del agua se debía al mal funcionamiento de la actual depuradora. El Ayuntamiento de Sant Joan explicó entonces que no existía relación entre el aspecto de la playa y la depuradora de Portinatx. Según señalaron, el tono del agua depende del grado de concentración de algas y está ligado a las altas temperaturas, así como a las corrientes marinas que pueden contribuir a dispersar las algas y arrastrarlas a mar abierto.