Empieza un año nuevo en las Pitiüses con muchos deberes pendientes para las instituciones, que afrontan el inicio del 2016 con la obligación de poner en marcha proyectos que los ciudadanos llevan mucho tiempo esperando. Entre ellos, destacan las depuradoras de Vila y Santa Eulària, la sustitución del emisario de Talamanca, la finalización de la interconexión de las desaladoras, los nuevos juzgados, la carretera de Santa Eulària, el nuevo colegio de Sant Ferran o la segunda fase de la reforma del puerto de Vila.

Depuradora de Vila

La construcción de una nueva planta depuradora de aguas residuales en el municipio de Eivissa es una de las obras que más tiempo llevan reclamando los ciudadanos. Después de muchos años, se han licitado las obras de esta nueva planta, que irá ubicada en los terrenos del antiguo cuartel de Sa Coma, por 41,2 millones de euros. Todo indica que en este nuevo año que entra se iniciarán los trabajos que tienen un plazo de ejecución de dos años. Con esta nueva infraestructura se dará respuesta a una situación de colapso por el aumento de la población. En concreto, tendrá capacidad para depurar las aguas de una población de 90.000 habitantes, que pueden alcanzar los 150.000 en temporada alta.

Depuradora de Santa Eulària

Los problemas de depuración de la planta de Santa Eulària son más recientes, pero se trata de otra infraestructura que se ha quedado obsoleta para atender los incrementos de población. Este último verano ha causado graves problemas a los vecinos por los malos olores que desprendía y han activado la urgencia de su reforma. El Ministerio ha adjudicado las obras de remodelación y ampliación de la depuradora, que tienen un plazo de ejecución de 28 meses, por 4,8 millones de euros. En materia de depuradoras, en este 2016 está previsto que se finalicen las obras de reforma de la depuradora de Cala Tarida, paralizadas desde 2008.

Interconexión desaladoras

Además de en la depuración de aguas residuales, Eivissa también tiene problemas para la potabilización del agua debido a la falta de inversiones y de lluvias. Este verano, la crisis hídrica afectó especialmente a Sant Josep, lo que ha obligado a reclamar de forma urgente la puesta en marcha de la desaladora de Santa Eulària, que finalizada desde 2011 aún no ha entrado en funcionamiento. De momento, el Consejo de Ministros acordó el rescate de la concesión para posteriormente cederla al Govern balear. La intención es que se pueda activar en este 2016, aunque también será necesario acabar las obras de interconexión de las tres desaladoras de la isla (Vila, Santa Eulària y Sant Antoni). En un principio, estas obras, se iban a empezar en octubre pero se han retrasado hasta enero por problemas con la expropiación de los terrenos. Los tramos pendientes tienen un presupuesto de 1,6 millones de euros.

Emisario Talamanca

La playa de Talamanca inicia un nuevo año con el mismo emisario de siempre. El balance de la última temporada son cuatro averías, once días de bandera roja por los vertidos fecales y 130.000 euros de pérdidas al día, así como la indignación de ciudadanos, vecinos y propietarios de negocios. La desesperación por esta situación ha llevado a la asociación de vecinos de Talamanca a presentar una denuncia en la Fiscalía de Medio Ambiente. De momento, finaliza el año con la adjudicación de la redacción del proyecto del nuevo emisario, pero sin partida para los presupuestos de 2016. La sustitución de este emisario ha contado con las promesas de todas las instituciones implicadas y de gobiernos de todos los colores, pero sigue siendo la asignatura pendiente de las instituciones.

Nuevos Juzgados

Durante el mes de diciembre se iniciaron los primeros trabajos para el derribo del antiguo colegio de sa Graduada, lo que supone el primer paso para la construcción de la nueva sede judicial de Eivissa. Las instituciones van detrás de este proyecto desde hace tiempo, pero no ha sido hasta 2015 que el Ministerio ha sacado a licitación la primera fase del proyecto, que contará con una inversión total de 16 millones de euros y la previsión es que esté finalizado en 2020.

Puerto de Vila

Después de finalizar la primera fase de la reforma de la fachada marítima del puerto de Vila en el pasado mes de mayo, la intención era retomar la segunda fase una vez finalizado el verano. No obstante, el cambio de gobierno y las dudas sobre la construcción de un edificio en es Martell han retrasado estas obras que deben empezar a principios de este año. Aunque el equipo de gobierno defendía que hubiera una plaza pública, finalmente han aceptado las pretensiones de la Autoritat Portuària de Balears (APB) para levantar un edificio. Ahora falta el consenso de la corporación municipal para que esta reforma sea una realidad en este 2016, antes de que empiece la temporada turística.

Carretera de Santa Eulària

El desdoblamiento de la carretera de Santa Eulària es una de las principales reivindicaciones de los ciudadanos de Eivissa. La saturación del tráfico, los atascos y el alto índice de siniestralidad convierten este proyecto en uno de los más urgentes de la isla. El anterior equipo de gobierno del PP finalizó la redacción del Plan Director Sectorial de Carreteras de Eivissa, imprescindible para llevar a cabo estas obras, y anunció que los trabajos se podrían iniciar a finales de 2015. No obstante, con el cambio de gobierno se ha retrasado la tramitación. En concreto, se ha estado esperando a la Comisión balear de Medi Ambient para que diera su visto bueno a este plan, que llegó a finales de octubre. De esta forma, se espera iniciar estas obras en 2016, aunque no será hasta que finalice la temporada turística.

FORMENTERA

El nuevo colegio de Sant Ferran, prioritario

En Formentera, una de las obras prioritarias de la isla es el nuevo colegio de Sant Ferran. Una reivindicación que viene desde el año 2008 y que ha obtenido respuesta este año, después de que la Conselleria d’Educació destinara para los presupuestos de 2016 un total de 3,7 millones de euros para su construcción. El plazo de ejecución aproximado de las obras es de 15 meses, por lo que si empiezan en este nuevo año, no estará listo hasta 2017.

Según el proyecto que había previsto, el colegio tendrá una superficie de 10.000 metros cuadrados y capacidad para acoger a 450 alumnos y responderá al incremento del número de alumnos escolarizados en los últimos años.