El barrio de sa Penya está pendiente del desalojo de 40 viviendas ocupadas ilegalmente. Foto: T. ESCOBAR

El estudio de los investigadores de la UIB José Ramón Cardona y María del Carmen Azpelicueta, publicado en el Anuario del Turismo de las Illes Balears, ha puesto de nuevo de relieve la importancia de conservar los bienes Patrimonio de la Humanidad de Eivissa.

Los autores destacan que en 2015 en Dalt Vila, sa Penya y la Marina había 2.150 habitantes, «principalmente población flotante y envejecida». Unos barrios donde «se han realizado acciones sociales, principalmente en sa Penya, aunque insuficientes para la problemática de estos barrios, pero no hay constancia de proyectos importantes para convertirlos en zonas residenciales y comerciales de referencia, aprovechando el emergente turismo de lujo».

El concejal de Cultura y Patrimonio de Vila, Pep Tur, hizo referencia a este punto y señaló que la intención del Ayuntamiento es continuar con los planes previstos para la rehabilitación del núcleo de sa Penya para poder intervenir «cuánto antes». En este sentido, aseguró que aunque el estudio «hace una mención de que la recuperación y rehabilitación de los barrios más cercanos al puerto se haga en base a aprovechar la subida del turismo de lujo, nosotros pensamos más en una recuperación como barrio».

El edil reconoció que recuperar esta zona en una legislatura es «complicado» y tendrían que ser «muy optimistas». «Se darán los primeros pasos para esta recuperación total y estamos pendientes de la resolución judicial que nos indique si podemos intervenir», explicó Tur, que recordó que es «una operación larga a la que no se puede poner una fecha porque es un trabajo muy de ciudad y hay que ir haciendo camino».

Cabe recordar que el TSJB estimó parcialmente el pasado octubre el recurso presentado por el Ayuntamiento de Vila para desalojar unas 40 viviendas ocupadas ilegalmente. Aunque la decisión retrasa las actuaciones previstas en el barrio, es un primer paso para que el Consistorio pueda rehabilitar el barrio reformando las viviendas más degradadas para destinarlas después a alquiler social.

Dinamización

Por otra parte, Tur explicó que para dinamizar la zona de Dalt Vila seguirán apostando por realizar actuaciones, aunque con diferentes criterios. El pasado verano, el Ayuntamiento prohibió los conciertos en el baluarte de Santa Llúcia tras las quejas de los vecinos por el ruido. «No cerramos la puerta, nuestra intención no es prohibir, sino poner seny», explicó el concejal, que anunció que la intención es llevar a cabo actuaciones también en temporada baja y recordó que en otoño ya llevaron a cabo la primera iniciativa en la zona de Dalt Vila con conciertos de Xiringuito Groenlàndia en el Claustro del Ayuntamiento de Eivissa.

LA NOTA

La oferta gastronómica, para la iniciativa privada

Respecto a la propuesta que hace el estudio para potenciar la oferta gastronómica del centro urbano de Vila, Pep Tur apuntó que es una idea que «debe llegar de la iniciativa privada». «Desde el Ayuntamiento podríamos colaborar y apoyar una promoción de esta oferta, pero no la podemos imponer ni entrar a decir a los restaurantes lo que tienen que poner en sus cartas», señaló. Según el informe se debería apostar por «potenciar una oferta gastronómica más diferenciada y sofisticada que la actual».