En Cala Bassa existe un parking privado, aunque los coches aparcan también en las cunetas de los accesos. | TONI MILIAN

El Ayuntamiento de Sant Josep ha despertado para tratar de frenar la masificación de coches en los aparcamientos de las playas del municipio, aunque podría ser demasiado tarde de cara a la próxima temporada turística. Según indicó este jueves desde Fitur el primer teniente de alcalde de la corporación municipal, Albert Marí (PSOE), controlar el aforo de los aparcamientos y otros espacios del litoral josepí, especialmente aquellos que se encuentran en zonas ANEI (áreas naturales de especial interés), «es muy importante y un objetivo a corto plazo» para el equipo de gobierno.

Piden colaboración

Durante el pasado mes de noviembre, Sant Josep, junto a otros ayuntamientos de la isla y del archipiélago, trataron esta problemática en el seno de la Federació d’Entitats Locals de Balears (Felib) y solicitaron a las instituciones supramunicipales «comprensión y colaboración» para hallar una salida satisfactoria.

Sin embargo, la situación parece encallada porque, como recuerda Albert Marí, «muchos terrenos cerca de las playas no son públicos», por lo que desde el ayuntamiento buscarán «la colaboración de los propietarios» en su objetivo «prioritario» de ordenar las zonas de aparcamiento en las playas con mayor ocupación.

El edil socialista reconoció desde la Feria Internacional de Turismo que finaliza hoy en Madrid que «se echa encima el tiempo», y explicó que en «algunos casos» están encontrando soluciones «y en otros hay que trabajar más».

Gestionar zonas ANEI

En una de las playas con mayor flujo de vehículos en verano como es platges de Comte, Marí confirmó que el Ayuntamiento trabaja para recuperar la gestión de la zona ANEI, cuyo estudio encargaron hace dos legislaturas. «Ahora ponemos sobre la mesa este proyecto para hablar con propietarios y tratar de regularlo». También en cala d’Hort se está buscado una solución. En cala Jondal, sin embargo, el Consistorio cree que «hay menos problemas» porque en la parte que no es de dominio público existen aparcamientos.

Otra de las zonas que mayor quebradero de cabeza levantan en la casa consistorial es la del Parque Natural de ses Salines, donde los accesos a es Cavallet y ses Salines están colapsados en temporada alta, con los riesgos medioambiental que conlleva: «Tenemos muchos problemas porque hay gente que no quiere utilizar el párking y se queda fuera». En el caso de ses Salines se trata de un aparcamiento privado, «donde tienen licencia y derecho a cobrar», recuerda Marí, «pero en algunos casos es demasiado caro. Es un tema que tenemos que trabajar», concluyó.