El pleno del Ayuntamiento de Eivissa aprobó ayer de manera inicial el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el voto en contra de los concejales del Partido Popular y EPIC. La más dura en su discurso fue la portavoz del PP, Virginia Marí, quien calificó el documento de «chapuza» al contener «datos desfasados» como la zona de aparcamiento de la calle Murcia, donde actualmente está ubicado el CEIP Sa Bodega; o el puerto deportivo de Ibiza Nueva, que ahora se llama Marina Ibiza. «Por su ineficiencia hemos perdido 13 años y estamos en el punto de partida, en 2003. Sus chapuzas las paga el pueblo de Eivissa; las prisas son malas consejeras», apuntó la exalcaldesa popular.

Antes, el concejal del PP Juan Flores recordó al equipo de gobierno que el Ayuntamiento de Vila ha tenido que redactar de nuevo un planeamiento urbanístico «porque en 2009 no hicieron bien sus deberes, ya les advertimos entonces que la Evaluación Ambiental Estratégica era necesaria». El pasado año el Tribunal Supremo anuló el PGOU de 2009 por carecer de este documento, imprescindible para su aprobación.

Por otro lado, Virginia Marí también advirtió que la rebaja del techo poblacional de 92.000 a 77.000 personas «encarecerá el metro cuadrado y, por lo tanto, la vivienda». La portavoz del PP en Vila apuntó que después de estudiar el nuevo PGOU «no sabemos de dónde se han sacado 40 hectáreas de suelo urbano», y alertó que la ciudad estará «paralizada» por la creación de nuevas Unidades de Actuación, porque no se podrán desarrollar hasta que no esté aprobado el plan.

El concejal de EPIC, Toni Villalonga, señaló que la redacción de este plan «ha sido una oportunidad perdida para replantear la ciudad, quizás tendríamos que crecer menos» y se preguntó si para cuando estén hechas las viviendas de protección oficial (VPO) «quizás ya no hagan falta». «Este es su plan, lo han desarrollado ustedes y nosotros no hemos podido participar», criticó Villalonga.

La concejala de Urbanismo, Elena López, señaló que la aprobación inicial de este documento «es un gran paso» y ha dado la oportunidad de convertir la ciudad «en un lugar más humano y más sostenible». López señaló que en Vila coexisten tres ciudades diferentes: «la del día a día de los residentes, la de los turistas en temporada alta y la de centenares de personas que vienen por ser la capital de la isla. Y sus necesidades no son las mismas».

Además del descenso del techo de población, López destacó la reserva del 30% de las nuevas construcciones para VPO y que la mitad de éstas sean de alquiler. «Es un paso valiente y decidido para paliar uno de los principales problemas de nuestros ciudadanos. Se construirán más de 1.500 viviendas de promoción pública», señaló la responsable de Urbanisme de Vila.

López también comentó la protección de ses Feixes des Prat de ses Monges y del Prat de Vila, además de la zona de es Puig des Molins. Unas áreas que, según Virginia Marí, ya figuraban como suelo rústico protegido por las Directrices de Ordenación Territorial (DOT). La concejala socialista comentó que la intención del equipo de gobierno es «hacer transitable toda la costa, desde Talamanca hasta Platja d?en Bossa», mientras que en movilidad se prevé la integración del primer cinturón de ronda (E-10) como una avenida más de la ciudad, así como la peatonalización de las calles Castilla y Extremadura.

Cuando este acuerdo se publique en el BOIB se iniciará un plazo de 45 días de exposición pública y luego se enviará el documento a la Comisión balear de Medio Ambiente, que deberá dar su visto bueno. El Ayuntamiento espera que el PGOU se pueda aprobar de manera definitiva en un año y medio.