Jesús Manuel Sobrino (1980, México) es desde hace tres años el subdirector general de Palladium Hotel Group. Su formación en la Universidad de British Columbia y en la prestigiosa escuela de negocios IE Business School, donde obtuvo el Master in Business Administration (MBA), le permiten gestionar con destreza una compañía con cadenas hoteleras y marcas de prestigio como Palladium, Ayre, Only You, Fiesta, The Royal Suites by Palladium, Ushuaïa, Hard Rock y Agroturismo Sa Talaia. Sobrino posee la doble nacionalidad y reside en Eivissa, donde no es ajeno al elevado flujo de información que genera.

—¿Cómo han arrancado la temporada los establecimientos de Palladium?

—Ha empezado con un mayo espectacular. Desde que yo estoy en la compañía es el mejor mayo, en ocupación y en precio. Hemos incrementado un 19% la ocupación y un 13% el precio en mayo, eso te dice bastante. Se ha hecho un trabajo muy importante de gestión de inventario, que muchas veces se obvia esa área de negocio, pero es muy importante cuando vienen temporadas fuertes. Cuando un hotelero me dice que tienen todo vendido y completo desde enero, mi segunda lectura es que seguramente se gestionó mal el inventario y se dejaron mucho dinero sobre la mesa. Hemos metido mucho dinero en el departamento de yield management y estamos muy contentos con los resultados.

—Menudo inicio de temporada. ¿Los porcentajes de ocupación son ya similares a los de julio o agosto de años anteriores?

—No es el mismo precio que julio y agosto, pero las ocupaciones han subido bastantes puntos. No diría que estamos a nivel de julio y agosto, pero para ser mayo ha sido un gran mes. La Semana Santa cayó pronto y muchos hoteles como nosotros no abrimos hasta finales de abril. Teniendo esto en cuenta, el año acumulado va fenomenal, mejor que nunca.

—¿En qué porcentaje prevén aumentar su facturación este año los hoteles de la isla?

—Ahora mismo en libros [reservas] comparado con el año anterior en la misma fecha, tenemos el 9% más en ocupación y el 13% más en precio. Nuestra expectativa en cierre de año irá en esta línea.

—¿Qué mercados se están interesando principalmente por alojarse en sus hoteles?

—Sigue siendo aplastante el inglés, también el alemán. Ambos suman el 50% a nivel agregado, luego otro 30% son de páginas web y portales, y de estos canales vienen de diferentes nacionalidades. También están creciendo los holandeses, que están en un 3%, y luego el mercado español.

—¿Cómo han sido capaces de incrementar un 13% los precios respecto a la pasada temporada?

—Ha sido clave el control de inventario, con lo cual logras subir el precio. No es coger una hoja de Excell, multiplicar y sacar un 13% más. Cada mercado tienen un precio diferente, el holandés paga más que el inglés, entonces en un momento determinado cierras una llave y abres la otra; a veces nada más cambiando el mix de nacionalidades que dejas pasar puedes aumentar el precio.

—¿Qué inversiones ha realizado el grupo para esta temporada?

—Este año ha sido de descanso del talonario, veníamos de 5 años de inversiones intensas, pero a pesar de ello hemos invertido 6 millones de euros, incluyendo mantenimiento, la pantalla de Hard Rock... Siempre invertimos en poner a punto nuestros hoteles porque apostamos por el turismo de calidad y no el de paso.

—¿Qué proyectos tienen en mente para 2017?

—Queremos seguir consolidando las marcas que ya tenemos y estamos estudiando otras renovaciones. Todavía no puedo hablar de ello pero estudiamos continuar renovando nuestra planta hotelera siguiendo la misma estrategia de reposicionar hoteles de 3 a 5 estrellas.

—¿Han renunciado definitivamente a su ambicioso Plan de Excelencia para Platja d’en Bossa?

—Desgraciadamente está aparcado. Creo que se desaprovechó y se está desaprovechando una gran oportunidad precisamente con todo el turismo de calidad que está viniendo. Era una oferta complementaria súper interesante para el tipo de cliente y para la zona, mucho más. No era solo para Platja d’en Bossa, sino que iba a beneficiar y tenía intención de ser para toda Eivissa, por eso nos parece una pena que se desaproveche la oportunidad.

—¿Puede ocurrir que haya ‘overbooking’ en los meses centrales del verano?

—Sí, seguramente los haya. El overbooking puede ser muy costoso, no solo a nivel monetario de desviar reservas a otros hoteles o destinos, o cancelar reservas, sino a nivel imagen. Un cliente que reserva las vacaciones con nueve meses de antelación, como puede ser el inglés, que le digas que no le has fastidiado las vacaciones. El control de inventario es fundamental para no caer en ese fallo.

—El de este año podría ser un turismo de prestado. ¿Tiene actualmente la isla las condiciones para consolidar a este nuevo cliente?

—Hace tiempo se habla que está viniendo mucho cliente que evita zonas de conflicto o inseguras. Vienen a Mallorca, Eivissa, se está reactivando la Costa del Sol... No voy a decir que no es verdad. Nos estamos salpicando el resto del Mediterráneo de esta situación, pero creo que en la empresa privada se han puesto las pilas. Tenemos productos y servicios de primer nivel y creo que se está consolidando. Creemos que el cliente de prestado que está viniendo fue una ventana de tiempo, pero creo que repiten.

—¿Qué infraestructuras y servicios debe mejorar la isla para mantener este turismo de calidad?

—Ese es un punto importantísimo, el cliente de calidad quiere producto, servicio y experiencia de calidad. No solo hablamos de una planta hotelera en condiciones y un servicio de restauración o de hostelería acorde, sino un cliente que espera una infraestructura que acompañe a todo esto. Los ayuntamientos y la administración se tienen que poner las pilas en cuestiones fundamentales: tiene que haber seguridad, tiene que haber vialidad en el tráfico, algo que puede ser preocupante; agua potable; planta de tratamiento, desaladoras... Todas estas cosas se tienen que ir resolviendo porque sino se pone en riesgo la suma de esfuerzos de empresas pequeñas, medianas y grandes. La administración en parte acompaña, pero no está cumpliendo expectativas en estos aspectos.

—¿En qué medida afecta a Palladium tener que cobrar el impuesto turístico a partir del 1 de julio?

—Es difícil medir el impacto que va a tener en una cadena hotelera. No es una tasa que asuma el hotel, sino un vehículo para recaudar y devolverlo a la administración. Una tasa extra hace menos competitivo a un destino respecto al que no tiene la tasa, pero mi preocupación no es tanto la tasa, sino el destino de lo recaudado. Si me preguntas si estoy a favor de la tasa turística, te diría que depende. Si va a servir para mejorar la seguridad, resolver el problema del agua en la zona de Sant Josep, para mejorar la circulación, para la sanidad... Para estas cosas que echan de menos las personas que pagan la tasa, entonces se estaría haciendo algo efectivo. Pero ya veremos, ya hubo un intento de implantarla fallido, y estaremos a la expectativa.

—¿Cuántos empleados tiene este año la cadena en la isla?

—En Eivissa en pico de temporada estaremos en 3.750 empleados y si hiciéramos una media de la temporada, mil menos, unos 2.750 empleados de media.

—¿Han tenido problemas para dar alojamiento a parte de sus trabajadores?

—Todo el mundo estamos preocupados por el tema de la vivienda. Es preocupante porque en épocas cuando España estaba en crisis la gente se conformaba con tener un trabajo y estaba dispuesta, entre comillas, a vivir debajo de un árbol con tal de tener un empleo. Pero cuando España empieza a mejorar y va saliendo tienen alternativas, entonces corremos el riesgo de perder gente formada, con talento, que se vaya a otros destinos donde tendrá un alojamiento a precios razonables.

—¿La solución pasa por regularizar los pisos turísticos o por perseguir con más medios la oferta ilegal?

—Curiosamente se dijo que iban a traer inspectores para perseguir la oferta ilegal y creo que se han echado para atrás porque no había alojamiento para ellos. Ya empezamos por ahí mal [risas]. El problema es la falta de oferta y matizo, para alojamiento temporal, eso hace que todo se dispare. Legalizar pisos turísticos va a afectar más al problema. Si lo legalizan, el propietario ya no le conviene alquilar por 6-7 meses, le convendrá más hacerlo por semanas. Perseguir la oferta ilegal de entrada viene bien para que la competencia sea legal, para el hotelero, que estamos súper vigilados y tenemos la lupa siempre con todo. Si vamos a competir con alojamientos turísticos, que sea en las mismas condiciones. Quizás el tema de la vivienda se podría solucionar poniéndose creativo. Hay que buscar formas de incentivar a la empresa privada, a construir vivienda pero destinada a esto, que es un problema. VPOs para alquiler turístico, que se regule el precio y tal, pero poder construir por ejemplo en suelo rústico. En una isla que vive del turismo, este tema debería ser de interés general, como lo es la educación o la sanidad.

—Muchos hoteles antes disponían de habitaciones para empleados que ahora se han reconvertido en gimnasios, spas o almacenes.

—Tenemos todavía hoteles que mantienen vivienda para empleados y tenemos promociones que se hicieron enteras pensadas para vender que no se han venido porque lo necesitamos para traer a ciertos perfiles profesionales. La solución pasa por incentivar que se incremente la oferta de pisos destinados a este uso. Otra idea que se me ocurre es cuando haces un cambio de categoría te dan metros de edificabilidad para servicios complementarios. ¿Por qué no permitir que esos metros extra sean para vivienda para empleados? Debemos ser creativos y valientes ante este problema.