Un taxista pirata no duda en mirar fijamente y hacer una ‘peineta’ al taxista legal que le está grabando.

Un taxista pirata no duda en mirar fijamente y hacer una ‘peineta’ al taxista legal que le está grabando.

M.J.RealEivissa28/06/16 0:00
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La asociación de taxistas Elite Corsaris d’Eivissa arrancó ayer una campaña de disuasión contra los taxistas ilegales. La acción tuvo lugar a las siete de la mañana de ayer a la salida de una conocida discoteca en Vila, uno de los «nidos» donde se concentran los taxis pirata para captar clientes. En las imágenes de los vídeos grabados por los taxistas legales se puede ver cómo los taxis ilegales esperan frente a la parada oficial sin ningún tipo de pudor ni reparo e incluso se atreven a captar clientes en la parada legal de taxis y justo a la salida de la discoteca.

Disuasión

«Lo que queremos hacer con estas acciones es visualizar que el problema de los taxis pirata sigue existiendo, que sepan que no pueden actuar a sus anchas. Queremos informar a la gente de lo que está pasando. Al principio se ponen ‘gallitos’, te miran fijamente y tal, pero cuando ven que no te mueves y que les sigues grabando para difundirlo llega un momento en que se van», explicaron desde la asociación, desde donde aseguraron estar «cansados de la impunidad de los piratas», pero advirtieron de que seguirán «luchando contra ellos; no desistiremos».

Este verano, según apuntaron desde la asociación, están los taxistas ilegales «de siempre» y recordaron que están organizados y que «sabemos que hay otros nuevos que son discípulos de los que están desde hace años; lo que vemos es que no se achantan y que campan a sus anchas sin pudor. Vemos que la administración hace controles, pero cuando se va las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado vuelven al mismo punto. Pensamos que podrían hacer algo más», explicaron desde la asociación.

Elite Corsaris d’Eivissa anunció que seguirán con estas acciones disuasorias con las que pretenden que la ciudadanía y las administraciones no se olviden de que el problema del transporte ilegal de viajeros continúa «existiendo y expandiéndose» por la isla pese a los esfuerzos para erradicarlo.