Sant Carles es una de las zonas donde se han organizado patrullas vecinales. | Toni Escobar

Más de mil euros en efectivo, diversos aparatos electrónicos, la casa «patas arriba» y con «importantes destrozos» en varios accesos que fueron reventados para acceder a la vivienda. Es el panorama que se encontró un vecino de Sant Carles víctima de un robo la noche del viernes.

Es una de los últimos robos denunciados en las proximidades del camí d’Atzaró, una zona donde los vecinos denuncian una decena de robos en las últimas fechas.

El robo denunciado ante la Guardia Civil se produjo pasadas las 22 horas del viernes. Según informaron fuentes conocedoras de los hechos, los ladrones aprovecharon la ausencia de los dueños para forzar una puerta y una ventana de la vivienda. Una vez dentro, los ladrones revolvieron toda la casa buscando dinero y objetos de valor.

Fuentes de la Guardia Civil consultadas apuntaron que en las dos últimas semanas se han denunciado robos en la zona.

«Estas cosas dan una gran rabia y causan mucha indignación por la sensación de inseguridad», señaló un vecino de la zona. Añadió que en las dos últimas semanas «son muchas las casas que han sufrido la visita de los ladrones. Los vecinos estamos muy indignados. Las alarmas no sirven para parar a esta gente. Muchos vecinos están instalando doble vallado en las fincas pero los robos siguen porque son delincuentes que vienen a hacer su particular agosto y no tienen freno», señalaron las mismas fuentes.

Apuntó que los vecinos ya se han acostumbrado a tomar medidas de auto protección y vigilar sus propiedades.

«Cada uno hace lo que puede y los vecinos tomamos medidas pero son las administraciones los que deben poner más medios para garantizar la seguridad en Eivissa», señaló este vecino de Sant Carles, una de las zonas donde las víctimas de los robos se han organizado en patrullas vecinales.

Las mismas fuentes apuntaron que en las últimas semanas han visto «movimientos sospechosos de un vehículo de alquiler, una pick-up clara y un Volkswagen Golf oscuro».

Los vecinos se comunican a través de los grupos de chat cualquier movimiento o presencia extraña en los accesos a las casas aisladas. Entienden que los agentes de la Guardia Civil «están desbordados pero reclamamos más controles presenciales», apostillan.