La ceremonia duró un abrir y cerrar de ojos, nada de lo que vayamos a quejarnos... Estaba todo tan acotado –Paco Vázquez avisó antes de su discurso de que disponía, por protocolo, de dos o tres minutos– que uno sospecha que había demasiada prisa por coger sitio en primera fila para el concierto de Duncan Dhu.

En apenas media hora se despacharon unos premios a los que asistieron, entre otros, el obispo Vicente Juan Segura y la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, quien horas antes se había ausentado –como Rafa Ruiz– de la misa y la ofrenda floral a Santa María. También asistió el ‘villano’ Villalonga, que lleva una semanita con el látigo contra el alcalde, con quien apenas cruzó miradas.

De la breve gala, que acabó con un humilde picoteo (a base de aceitunas, frutos secos y patatas fritas, nada pomposo), destacó el marcado moreno que lució la presidenta socialista y, entre otros, el elegante vestido azul eléctrico de Aída Alcaraz, que junto a Francisco Tienda representaron al Ayuntamiento de Sant Antoni en ausencia del alcalde Pep Cires.