Imagen de los cincos bomberos del Parque Insular que se encontraban ayer de guardia. | R.J.P:

El cuerpo de bomberos de Eivissa se encuentra bajo mínimos desde hace décadas. A día de hoy, este servicio de emergencias dispone únicamente de seis efectivos por turno para hacer frente a una media de entre dos y tres intervenciones diarias, aunque en la práctica únicamente actúan cuatro agentes teniendo en cuenta que el quinto conduce el vehículo y el sexto se queda en el Parque Insular atendiendo la emisora.

Si es necesario, sobre todo cuando se dan servicios simultáneos, hay ocho agentes en lo que llaman ‘retén’, un servicio que dura las 48 horas siguientes a la guardia y para el que tienen que estar localizables y disponibles. No obstante, tardan al menos media hora en acudir a la intervención por la que se los precisa, un tiempo que puede resultar vital dependiendo del tipo de siniestro.

Los bomberos de Eivissa están entre los que más intervenciones realizan al año del conjunto de España, con 190 salidas por agente. La plantilla está formada por 36 profesionales, cuando para cumplir con los ratios de población y superficie de la isla serían necesarios «entre 100 y 120 bomberos», tal y como reclama Bruno Roig, cabo jefe del Parque Insular mientras disfruta de sus vacaciones Miguel Sevilla.

Roig lleva 35 años en el cuerpo –por lo que opta a la prejubilación– y desde entonces padecen precariedad laboral. «Este déficit es histórico. Empezamos siendo dos o tres bomberos por turno y actualmente solo podemos garantizar seis o siete. Somos bastante insuficientes para lo que es la isla», lamenta Roig, quien recuerda que el cuerpo insular lleva casi una década sin experimentar incrementos de plantilla. «Y no siempre se pueden cubrir las bajas que se van produciendo. Hay bajas de larga duración –es el caso de dos profesionales– y de acuerdo a disposiciones legales no se pueden cubrir», añade.

Pocas esperanzas

El Consell d’Eivissa, que es de quien depende el cuerpo de bomberos, pretende abrir unas oposiciones a final de año para consolidar las 11 plazas que hay de interinos. Pero tampoco es la solución, según el jefe provisional del cuerpo. «Hay bomberos que tienen ocho o nueve años de antigüedad como interinos y aún no se ha celebrado su prueba. La inestabilidad de la plantilla es un problema añadido. Pero si no hay nuevas plazas, no arreglamos mucho. Necesitaríamos que cada año se ampliara en 10 o 12 plazas hasta llegar a unos efectivos para garantizar unos mínimos cubiertos. Lo ideal sería unos 12 bomberos diarios para cubrir dos salidas a la vez», advierte Roig desde el Parque Insular, donde a media mañana tan solo hay cinco efectivos de guardia.

En lo que va de año, los bomberos de Eivissa han tenido 460 intervenciones; 30 de ellas de tráfico, 40 por incendios urbanos, 35 más por incendios forestales, 60 en terrenos agrícolas, 25 en viviendas unifamiliares y 15 en zonas industriales.

El problema principal al que se enfrenta el cuerpo es el tiempo que transcurre desde que reciben una alerta hasta que llegan al lugar del siniestro. «Podemos garantizar estar en 10 minutos en Vila y en la entrada de Sant Antoni, pero para cualquier otro punto tardamos como mínimo 20 minutos. Y si hay salidas simultáneas, alguno tiene que esperar; no hay gente física para salir», señala Roig, quien considera «fundamental» abrir dos subparques más en la isla.

El conseller Miquel Vericad ha expresado en diversas ocasiones su deseo de dotar al cuerpo con más efectivos. Sin embargo, como también apunta Bruno Roig, la mejor opción para salvar las trabas legales a la contratación es cambiar la figura jurídica del servicio por un consorcio o mancomunidad. «Sé que están intentando arreglar esta situación, pero se necesita la implicación de los cinco ayuntamientos, el Consell y el Govern para que podamos tener un Parque de bomberos que se adecue a las necesidades que tenemos», concluye Roig.