José Boto, dando unas explicaciones.

El popular cómico, presentador y monologuista madrileño afincado en Ibiza, José Boto, lo tiene claro: «Todos llevamos un cómico dentro aunque no lo sepamos». Por eso, siguiendo esta premisa, todos los lunes imparte en el Centro de Creación Joven de Ibiza, conocido como C19, un curso de monólogos y comedia.

La actividad tiene dos sesiones, una para adultos de 11.00 a 12.30 horas, y otra para jóvenes a partir de 13 años, de 18.30 a 20.30 horas. Ambas son un éxito de participación y por ello, aún están abiertas las plazas para quien se quiera sumar a estas divertidas clases que se impartirán hasta diciembre y después otros tres meses, hasta marzo.

Según explicó el propio José Boto ayer a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA las clases «ayudan a vencer el miedo a hablar en público y a relacionarse con los demás». Para ello, Boto aplica y explica su propia experiencia para que sus alumnos entiendan que la risa y el humor «son un vehículo de conexión entre compañeros y personas desconocidas en nuestro día a día tanto si se usa de forma seria como Eugenio, de forma surrealista como Faemino y Cansado o basándonos en cosas cotidianas y de día a día como Dani Rovira».

En este sentido, el profesor aseguró que él va dando «una serie de herramientas» para que cada participante descubra cual es su estilo y que luego deja «total libertad» para que se desarrollen dentro de unos límites. Unos límites que se circunscriben a la parte de crear y escribir un monólogo. «Aunque la gente se piensa que todo surge de forma espontánea, detrás de cada monólogo hay un gran trabajo y por eso, aunque no soy muy de mandar deberes y no pongo nota final, si que intento que apliquen algunas cosas que yo he aprendido y me han servido», aseguró el cómico madrileño.

Dos grupos, adultos y jóvenes

Con respecto a los dos grupos, Boto aseguró que son muy distintos ya que «los adultos tenemos muchos complejos y mucho sentido del ridículo debido a todo lo que arrastramos y por eso es mucho más complicado romper el hielo», mientras que los adolescentes «son más naturales y se prestan mucho más a jugar». Eso sí, con respecto a los primeros, «en cuanto se rompe el hielo y se dan cuenta que a todos nos encanta jugar a ser niños todo fluye muchísimo, es súper divertido y se establece una química especial entre todos».

Precisamente, gracias a esa química con alguno de sus alumnos, José Boto ha podido crear su nueva obra de teatro, Ocho apellidos ibicencos, que se estrenará el próximo 10 de diciembre en el Palau de Congressos de Ibiza, en Santa Eulària, y que cuenta entre su reparto con algunos de ellos.