Un grupo de turistas accede a un local comercial habilitado como ‘piso patera’ en unos bajos de ses Figueretes. | Redacción Local

Las Pitiusas recibieron hasta el mes de agosto 2,2 millones de visitantes de los cuales 548.903, es decir, el 24,2%, se alojaron fuera de la oferta del mercado (hoteles, hostales, apartamentos, casas rurales, campings, viviendas vacacionales) según la encuesta Frontur que elabora el Instituto Nacional de Estadística.
En concreto, entre enero y agosto pernoctaron en hoteles y similares de Ibiza y Formentera 1.427.402 visitantes, lo que corresponde al 62% del total. 290.329 personas se alojaron en viviendas turísticas vacacionales y otras 61.693 en ‘otros alojamientos de mercado’, leyenda que el INE no especifica y que hace referencia a alquileres que no se declaran y que, por tanto, se encuentran al margen del circuito regular.

Según esta misma encuesta, durante los ocho primeros meses del año pasaron sus vacaciones en segundas residencias 139.003 personas, mientras que 348.207 se alojaron en casa de amigos o familiares. Esto implica que el 21,5% de las personas que han visitado las Pitiusas no han realizado transacción económica alguna por sus pernoctaciones.

Solo en agosto visitaron Ibiza y Formentera 619.263 turistas; de ellos, 507.271 acudieron a alojamientos de mercado, aunque 18.042 lo hicieron fuera de la oferta regular. Más de 100.000 visitantes se ahorraron las vacaciones al acudir a sus domicilios o a los de amigos o familiares.
Estas cifras reflejan que en agosto, el mes más potente de la temporada turística, el 21% de los visitantes (en torno a 130.000) se alojaron en plazas no regladas; es decir, fuera de hoteles, apartamentos o viviendas vacacionales.
Burbuja del alquiler

Para Juanjo Riera, presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif), esta tendencia «está provocando una masificación de las zonas turísticas y un colapso en las infraestructuras». Además, para el director del hotel Argos el ‘boom’ de los alquileres a turistas en pisos situados en bloques residenciales «ha producido una burbuja en el mercado de alquiler».

Riera también se refiere al descontrol en la entrada y registro de visitantes, que queda en evidencia cuando se alquila un piso «para cuatro turistas pero se meten seis u ocho». «Nosotros [los hoteleros] estamos obligados a a cumplimentar un registro de entrada de viajeros, con datos personales y estancia, que enviamos a la Policía Nacional. En la oferta no reglada no se hace», puntualiza el presidente de la patronal, que sostiene que la «’turismofobia’ va de la mano del alquiler turístico de pisos en zonas residenciales».

LA NOTA

Los hoteleros exigen más inspecciones y multas

Desde la patronal hotelera criticaron de nuevo los planes del Govern de legalizar el alquiler turístico en pisos y apartamentos situados en bloques plurifamiliares. También mostraron su preocupación porque el Consell aún no se haya manifestado al respecto, y aplaudieron la decisión de los Ayuntamientos de Vila y Santa Eulària de mantener la prohibición a este tipo de estancias.

Juanjo Riera, presidente de la Fehif, exigió más inspecciones y multas para los propietarios o inquilinos que ofrecen este tipo de servicios turísticos en zonas residenciales.

Riera cree que si se regulariza esta actividad muchas viviendas que actualmente se alquilan de forma anual pasarán al circuito turístico (por días o semanas), contribuyendo a la masificación y a hinchar la burbuja del mercado de alquiler.