Imagen de la escultura tras haber sido objeto de vandalismo. Foto: J. A. T.

Casi tres meses después de su inauguración, la escultura en honor al movimiento hippie que el propietario y fundador de Grupo Pacha, Ricardo Urgell, donó a Ibiza ha sido objeto del vandalismo.

La figura, que pesa 600 kilos y está fundida en bronce, ya no luce su aspecto original ya que el hippie adulto tenía un porro en la mano y en estos días este elemento ha desaparecido fruto del vandalismo.

El autor de la fotografía en la que se basa la obra es Toni Riera, quien en el momento de la inauguración el pasado 2 de agosto celebró que Ibiza fuera la «única ciudad del mundo que tiene una escultura dedicada a los piratas [en referencia al monumento a los Corsarios] y otra dedicada a los hippies». El fotógrafo catalán captó esta instantánea en Vondelpark, el conocido parque de Ámsterdam, donde aparecen un padre y su hija vestidos con indumentaria hippie.