En el mercado solidario se pudieron encontrar infinidad de objetos de decoración y mobiliario. | DANIEL ESPINOSA

La lluvia no deslució el mercadillo solidario que la Fundación Abel Matutes organizó ayer en el Ushuaïa Ibiza Beach Hotel. Bajo paraguas, los más previsores se agolpaban detrás del mostrador de venta de productos desde primera hora de la mañana para adquirir alguno de los diferentes muebles que se ponían a la venta con motivo de la remodelación del hotel.

El mercadillo quedó ayer abierto al público en general después de que el pasado miércoles fuesen los trabajadores de la empresa los que optaron a comprar dicho material. El catálogo incluía taburetes a 10 euros; mesitas de noche a 15; bases de cama a 10 y 15 euros, según el tamaño; minibar con botellero por 40 y utensilios de baño como espejos, grifería, toalleros o mamparas, entre otros.

La pequeña exposición, pasada por agua, quedaba a la vista de los posibles compradores que al llegar se encontraban ‘perdidos’. «¿Hay que ponerse en la cola?», «¿como funciona esto?», preguntaban algunos de los asistentes mojados por la lluvia. Pero el agua no fue un impedimento para la celebración del mercadillo, que vio como los productos salían del recinto a carretillas.

El jefe de servicios técnicos del hotel, Gustavo Guerrero, explicó que el material más abundante del mercadillo y los más fáciles de adquirir son los utensilios de baño. Los productos con menos unidades o más éxito, y que ‘volaron’ antes fueron las cajoneras «que se las llevan a raudales», las bases de camas y las sillas de terraza, aseguró Guerrero.

El objetivo de celebrar este mercadillo solidario, atractivo para un gran número de compradores, es «dar una segunda vida a los enseres que están en buen estado y contribuir, además, en diversas acciones benéficas que se llevan a cabo desde la Fundación Abel Matutes», aseguró la presidenta de su Comité Ejecutivo, Carmen Matutes. Esta acción ya se ha realizado anteriormente con todas las reformas de los hoteles de Palladium Hotel Group y en las que se ha venido recaudando «una media de unos 10.000 euros», según Guerrero.