Imagen de una visita del conseller Vicenç Vidal a la desaladora de Santa Eulària en enero del año pasado. A la izquierda, el alcalde Vicent Marí. | Toni Escobar

La decisión adoptada por la Comisión de Impulso del Turismo Sostenible (CITS) de invertir más de la mitad de los fondos destinados a Ibiza con la recaudación de la ecotasa en la conexión de la desaladora de Santa Eulària con el anillo hidráulico y la ampliación de su depósito (3,9 de un total de 5,7 millones) ha desatado una catarata de críticas en la isla.

El alcalde de la Villa del Río, Vicent Marí, no ha sido el único que ha expresado su indignación con el Govern por considerar que la financiación para ejecutar esta obra ya estaba comprometida por la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua). Incluso concejales de Guanyem en Santa Eulària –nada sospechosos de compartir opiniones con el primer edil popular– afirmaron ayer públicamente sentir «rabia, indignación y vergüenza» al coincidir en que esa partida ya estaba comprometida y prevista desde hace meses.

Ahora el Govern se defiende y asegura que sin los fondos de la ecotasa «no sería posible» llevar a cabo los trabajos pendientes.

Precedentes y respuesta

El Consell de Govern autorizó el 20 de mayo de 2016 a Medi Ambient la aportación de una partida de 2,8 millones de euros a la empresa pública Abaqua para la ejecución de las obras de interconexión de la desaladora de Santa Eulària.

A finales de septiembre, el Ejecutivo autonómico adjudicó a la empresa Tragsa la redacción del proyecto y la ejecución de los trabajos por 2.821.568 euros, IVA incluido, después de que el Consell de Govern autorizase a Abaqua a iniciar el expediente de contratación del encargo de gestión.

Ahora, solo unos meses después, la CITS aprueba dos proyectos presentados por el Govern por valor de 3,9 millones de euros para la conexión de la IDAM de Santa Eulària y la ampliación de su depósito en 5.000 metros cúbicos.

Al preguntar a Abaqua por este galimatías, una portavoz de la empresa pública afirmó ayer que «sin el dinero del impuesto de turismo sostenible no se podrían llevar a cabo todos los trabajos» de la agencia en Ibiza y citó como ejemplos «la dirección de obra de las interconexiones, la puesta en marcha de la desaladora, los dispensadores de camiones o la conexión de la desaladora a la red en alta». Y para justificar la decisión, argumentó que obras hidráulicas similares que deben acometerse en Mallorca y Menorca «también se financian con el impuesto turístico».

Por último, desde Abaqua dicen «no entender la indignación» de Vicent Marí y recuerdan que el PP de Balears «dijo que quería que todo el impuesto de turismo sostenible se dedicara a infraestructuras hidráulicas».