Estefanía Fernández, Fina Ramón y Emma Costa. Foto: ARGUIÑE ESCANDÓN

Es Nàutic de Sant Antoni abrió las puertas de sus instalaciones en la noche del sábado para acoger la celebración de un divertida fiesta de carnaval de carácter benéfico, cuya recaudación se va a destinar íntegramente para ayudas a Cáritas Diocesana.

A falta de una rúa de carnaval en Sant Antoni, al tener que suspenderse por el mal tiempo, la velada organizada en Es Nàutic sirvió para que los familiares y trabajadores del club, socios, clientes y tripulaciones de las embarcaciones atracadas en sus dársenas dieran rienda suelta a sus ganas de diversión y de lucir sus mejores disfraces completamente a sus anchas y sin ningún tipo de censura.

La fiesta de disfraces, que comenzó a las 21.30 horas, reunió a un buen puñado de personajes del Lejano Oeste, presidiarios, policías y ladrones, así como soñadoras hippies y algún que otro marinero a lo Popeye.
La entrada para disfrutar de la fiesta, que incluía aperitivos ligeros a base de salmón, gazpacho, minihamburguesas, croquetas o pollo empanado, entre otras propuestas culinarias, además de las bebidas, tuvo un coste de cinco euros para los socios del club y de 10 euros para los no socios que se les quisieron unir. Así, poco a poco, la noche en Es Nàutic fue ambientándose a medida que avanzaban las horas y culminó, felizmente, entrada ya la madrugada.