«Quiero ir muchos años más a la universidad. Hay que perfeccionarse», confiesa con sentido del humor Vicent Juan Ferrer, un alumno de la Universitat Oberta per a Majors (UOM) que cumple cien años en septiembre y recibió ayer un homenaje de la UIB. «Hay que aceptarlo», dice este hombre de carácter discreto y amable del acto de reconocimiento.

Juan Ferrer fue primero guardia civil y después se dedicó a la relojería pero siempre el conocimiento ocupó un lugar en su vida que le transmitió a sus dos hijos, Miguel y María del Carmen, a los que animó a seguir estudiando. «Quería que siguiéramos estudiando», dice su hija. Hace cuatro años fue su nieto Miguel el que le propuso al abuelo que fuera a la universidad y así lo hizo. «Un día hablando con mi nieto le dije que si yo fuera más joven iría también y el me dijo que podía hacerlo. Me animé y me trajo el impreso para apuntarme», recuerda Vicent, que tiene tres nietos. Cada jueves por la tarde, acompañado de su hija, a la que ha contagiado el gusanillo por aprender y es también alumna de la UIB, asiste a sus clases desde noviembre hasta mayo. «Mi padre empezó solo, me animó y me apunté el curso siguiente. Ahora vamos lo dos», precisa su hija Mari Carmen. «La llevo a clase», añade su padre entre risas. Padre e hija se van en autobús, un servicio que ha puesto el Ayuntamiento de Ibiza para los alumnos de la UOM hasta la sede de la UIB en la antigua Comandancia. «Sobre todo por la cuesta bastante inclinada», apunta su hija, porque Vicent no se pierde su caminata diaria.

A Vicent, de Can Caseres por la afición de uno de sus antepasados a la caza, su padre le veía dotes para el estudio y quiso que su hijo fuera al antiguo seminario pero la idea de estar interno, ya que vivía entre Sant Carles y Santa Eulària no le gustó y, de hecho, el día previsto para ir al seminario se escapó al bosque. «Me sentía libre y no quería estar encerrado», dice. De su paso por la UOM confiesa que «le gusta escuchar las conferencias porque me recuerdan cosas que había estudiado de joven y ahora ya tenía olvidadas. Me ayuda a recordar cosas. Me gustan todos los temas que escucho», dice.

Vicent Juan ha sido siempre un aficionado a la lectura aunque sus ocupaciones laborales le restaban tiempo por eso ahora con la UOM se abre una puerta al conocimiento. «Son un entretenimiento. No saco provecho de estos estudios para conseguir un empleo mejor [risas], pero me da una satisfacción personal». Vicent, como el resto de los alumnos de la UOM, tiene previsto esta semana una visita nocturna al Observatorio Astronómico para ver el planeta Neptuno en el firmamento. «A ver si lo podemos ver», apostilló. Las clases siguen y Vicent Juan Ferrer seguirá yendo a su cita de cada jueves en la UOM. «Todo lo que me da alegría a esta edad me hace ilusión», finaliza.

LA NOTA

Una cifra récord de alumnos mayores

La edición de este año de la Universitat Oberta per a Majors (UOM) cuenta con una cifra récord de alumnos llegando a 74 estudiantes mayores. «Es un grupo que se ha ido consolidando a través de los años. Es un grupo de referencia muy culto», dice Gemma Tur, coordinadora de programas de la UOM en Ibiza acerca de los estudiantes mayores. De hecho, la iniciativa del homenaje a Vicent Juan surgió de sus propios compañeros y fue recogida por el rectorado que ayer le ofreció un acto de reconocimiento.

«Queremos mucho a Vicent y estamos encantados con el grupo», añade Tur.