La ibicenca Pepi Roselló es la presidenta de la Asociación de Vecinos de Cas Arabins desde el año 1999. Foto: I. S.

Pepi Roselló es la presidenta de la Asociación de Vecinos de la vénda de Cas Arabins desde el año que se fundó en 1999. Es una agrupación pequeña que representa a trece casas de esta zona de Sant Antoni y que nació para conseguir que llegara la luz. Ahora reclaman mejoras en tema de caminos, vigilancia o recogida de basuras.

¿Cuándo se fundó la Asociación de Vecinos de Cas Arabins y con qué motivo?

— Se hizo en el año 1999 por motivos muy concretos: queríamos traer la luz a este barrio. Primero lo intentamos unos particulares pero era muy difícil para uno solo, entonces buscamos varios vecinos que estábamos interesados e hicimos la asociación de vecinos.

¿Cuando se consiguió que llegara la luz?

— Lo conseguimos pero tardamos cinco años, porque nos cambiaban de gobiernos y nos cambiaban las normas. Primero tenía que ser línea aérea, después nos hicieron zona verde y tuvimos que soterrar un buen trozo con un coste mucho más elevado del que estaba previsto al principio. Tuvimos la suerte de que no se echara atrás y lo pudimos conseguir, pero después de cinco años trabajando mucho.

¿A qué administraciones reclamaron esta medida?

— Al Ayuntamiento de Sant Antoni y al Consell d’Eivissa. Íbamos haciendo papeleos de un lado a otro, pero después cambió el gobierno, cambió la normativa y tuvimos que empezar de nuevo. Total que estuvimos cinco años largos luchando hasta que conseguimos tener luz.

¿Ya lo tienen todo en orden?

— Sí, el camí des Fumeral se adentra bastante y tuvimos que poner una línea de alta tensión y después hacer una base particular para cada vecino.

¿Supuso una gran inversión?

— Sí, nos costó más de un millón y medio de pesetas a cada uno. Lo pagamos los vecinos, porque primero nos dijeron que nos darían alguna subvención, pero después nos dijeron que no la podíamos pedir en nombre de la asociación, sino cada particular. Lo hicimos así, pero te pedían que no hubieras hecho ninguna obra en la casa desde 1956 en adelante y, claro, desde entonces no hay ninguna casa pagesa que no haya hecho una reforma, aunque sea tan pequeña como poner picas que antes no había. Entonces no se la dieron a nadie.

¿Cuántos vecinos o casas forman la asociación?

— Somos trece casas, que somos las que queríamos la luz. Hasta que no llegó, teníamos placas solares o usábamos gas natural.

¿Les interesaba implantar la figura del Asentamiento en Medio Rural (AMR)?

— No, allí tenemos zona verde y no podemos hacer nada. Si tenemos que pagar la urbana no nos compensa para nada. Lo que nos afecta es la modificación del PTI (Plan Territorial Insular). Presentamos alegaciones porque Cas Arabins tiene 165.000 metros cuadrados y lo han hecho todo zona verde y no podemos hacer ni un almacén.

¿La Norma Territorial Cautelar afecta a esta zona?

— Sí, no podemos ampliar ni hacer cambio de usos. Creo que en una casa pagesa vale más la pena convertir un corral en vivienda que dejar caer los corrales.

¿En qué situación se encuentran ahora?

— Las casas son alegales y la mayoría son pagesas. Tenemos todos los papeles, pagamos todo pero es alegal. Miramos en legalizarla pero te costaba, entre la multa y los papeles, más de 40.000 euros. Ni la pueden tumbar ni se puede legalizar, ahí se queda.

¿Cuáles son las principales reclamaciones que hacen ahora desde la asociación?

— Nos gustaría que no tuviéramos que empujar tanto cada vez que se tiene que arreglar el camí des Fumeral. Es un camino asfaltado que siempre está lleno de baches y tenemos que hacer esta petición cada dos por tres al Ayuntamiento para que lo hagan. En vez de asfaltar todo a la vez, hacen parches y de un año para otro salen más baches. El trozo de Sant Josep está impecable y se nota donde empieza el municipio de Sant Antoni. Además es un camino que pasan muchas motos y es un peligro.

¿Qué otras mejoras necesita la zona?

— Más vigilancia y más contenedores. Solo tenemos los dos que hay en la entrada y no tenemos de reciclaje. Tenemos que ir hasta Sant Rafel y eso que pagamos basura igual que el que los tiene cerca. Nos gustaría tener un sitio más acondicionado porque ahora está al lado de la carretera y además siempre está lleno de basura alrededor de los contenedores porque recogen lo que hay dentro pero lo de fuera se va quedando y hay desde uralita hasta lavadoras.

¿La zona también necesita más vigilancia?

— No hay nada de vigilancia y no estaría mal que pasaran de vez en cuando y se dieran una vuelta, aunque con los pocos policías que hay ya se que no los enviarán por los caminos. Ha habido robos por esta zona y lo que ha hecho la gente es vallar o poner alarmas, pero al final si quieren robar irán igual.

¿El Ayuntamiento escucha estas peticiones?

— Escucharte sí, porque no tienen otro remedio, pero hacer algo no. Nos dicen que es muy difícil controlar todo y te dan largas.

— ¿Está afectando en esta zona el alquiler vacacional?

— Normalmente la gente que alquila una casa la alquila para todo el año. Hace dos años, hubo dos casas que sí se alquilaron en temporada y hacían fiestas privadas, pero lo denunciamos por el ruido y ya no la han alquilado más o han dejado de poner música.

DEMANDA

Más contenedores y alguno de reciclaje para no ir hasta Sant Rafel

La Asociación de Vecinos de la vénda de Cas Arabins reclama al Ayuntamiento de Sant Antoni un mejor servicio de la recogida de residuos. En concreto, denuncian que solo cuentan con dos contenedores que siempre están llenos de basura y que todo lo que se queda fuera no se recoge, por lo que hay desde uralitas hasta lavadoras. Además, piden algún contenedor de reciclaje para vidrio, cartón plástico, ya que sino tienen que ir hasta Sant Rafel para reciclar. «Y eso que pagamos la basura igual que los que tienen los contenedores cerca», recuerda la presidenta de la agrupación Pepi Roselló, que también solicitó podar toda la vegetación que hay en los márgenes del camí des Fumeral, ya que quitan visibilidad y golpea a los vehículos que pasan por allí.