«Estamos a 30 de junio y esto ya es insostenible. Una cosa es mantener la posidonia en invierno, pero en pleno verano no es admisible que una playa esté así. Es inconcebible que pasen estas cosas en un lugar como Ibiza». Es la queja que realizaba ayer un vecino de la playa de es Viver. Una denuncia a la que se suman los negocios de la zona, entre ellos, los concesionarios del servicio de hamacas de este enclave localizado entre ses Figueretes y Platja d’en Bossa.

«El hedor es insoportable y los bañistas se marchan o pasan de largo por la playa. Nos da hasta vergüenza cobrar las hamacas y de hecho las hemos estado ofreciendo gratis para tratar de que venga gente, pero no hay manera», lamentaba ayer Sofía Cesio, quien atiende durante el día el chiringuito y las 40 hamacas que tienen, aunque la mitad se quedan todo el día amontonadas. Las otras veinte están dispuestas en la playa pero es extraño ver alguna ocupada. «Hay días que hacemos 10 euros de caja. Llevo cinco años trabajando en la temporada de verano y es la primera vez que veo algo así en Ibiza. Hemos contactado con el Ayuntamiento y con Costas, pero aquí nadie hace nada. Los operarios de limpieza pasan dos veces por semana pero las montañas de algas continúan aquí. La imagen y la peste no invita precisamente a disfrutar de la playa», lamenta.

Sofía apunta que de seguir así la cosa no sabe qué futuro le espera. «Mi jefe ha comunicado la situación al Ayuntamiento de Vila y a otros organismos pero todo son excusas», señaló.

Los turistas de los hoteles próximos bajan y permanecen unos minutos pero son contados los que toman asiento en las hamacas o en la terraza, ya que el olor de la posidonia en mal estado es muy fuerte. Helga, una turista de Alemania, es una de las pocas que permanece en la playa pero asegura no entender cómo puede estar así de abandonada la playa. «Venimos desde hace años y esto no me parece normal. Pagas unas tasas y luego te encuentras esto junto al hotel», lamentó.