Sin parar de vomitar en el baño y negándose a bajar del avión. Es la escena que vivieron ayer los pasajeros que se disponían a ir a Madrid en un vuelo de la compañía Vueling que tenía que salir a las 12.50 y, finalmente, despegó casi una hora más tarde porque un pasajero visiblemente ebrio y nervioso se negaba a abandonar el vuelo, tal y como le pidió el comandante de la aeronave en varias ocasiones. El comandante requirió la presencia del servicio sanitario del aeropuerto y, mientras llegaba el servicio médico y la ambulancia, los nervios del pasaje iban en aumento. Según explicaron personas que viajaban en ese vuelo, este ciudadano no paraba de vomitar en el baño, se encontraba realmente indispuesto, pero no se llegó a mostrar violento con la tripulación. Desde AENA explicaron que acudió a la llamada del comandante el servicio médico y una ambulancia ya que el aeropuerto de Ibiza cuenta con ambos servicios. Precisaron, además, que en ningún momento tuvo que acudir la Guardia Civil.