El desafío independentista en Cataluña, calificado por muchos como golpe de Estado, está generando una excesiva tensión en la sociedad, que se está polarizando entre quienes defienden la unidad de España y aquellos que contemplan el derecho de autodeterminación de la nación catalán o que simplemente buscan tender puentes para alcanzar una solución pacífica y de consenso. La crispación está debilitando muchas relaciones de amistad, incluso núcleos familiares que se están quebrando por el ‘conmigo o contra mí’sobre la cuestión catalana. Y a mí no solo me entristece sino que me preocupa que España vuelva a dividirse en dos bandos, con los principales responsables políticos de este conflicto echando más leña al fuego en lugar de propiciar una mediación.

He estado dando muchas vueltas a este complejo dilema porque en una eventual negociación para que Cataluña encuentre su ‘encaje’ en España probablemente se incurra en injusticias. ¿Tendrían un trato especial a nivel impositivo? ¿Rebajarían su aportación al conjunto, ultrajando el concepto de solidaridad entre territorios? ¿Gozaría de más derechos un ciudadano catalán respecto de cualquier otro por el mero hecho de residir o haber nacido allí? Pero por otro lado, ¿cuántos años más aguantaremos juntos españoles y catalanes si cada vez es mayor nuestra fractura afectiva? Insultos, menosprecios, imposiciones de unos a otros... La sociedad empieza a ser un reflejo de la actitud desafiante de los dos gobiernos, el catalán y el español, y la falta de ‘seny’ y cordura de sus máximos responsables, Puigdemont y Rajoy. Quizás el camino hacia la reconciliación empiece por quitarnos de en medio a estos dos gobiernos irresponsables. Veremos...

Mientras tanto, en Ibiza hemos asistido esta semana a algunas noticias de calado, como la puesta en marcha por parte del Ayuntamiento de Sant Josep de la interconexión de las desaladoras con el depósito de Can Fita, que permitirá abastecer con agua desalada y de calidad a unos 6.000 vecinos de Sant Jordi, Platja d’en Bossa y Vila que, hasta ahora, tenían que cocinar y ducharse con agua del mar.

De vuelta a la política, la candidatura de Mae de la Concha, que en Ibiza apoyaban cargos públicos como Viviana de Sans o Gianandrea di Terlizzi, se ha impuesto en las primarias de Podem Illes Balears, lo que podría precipitar la entrada de la formación morada en el Govern balear.