Imagen de archivo del antiguo bloque de viviendas de Santa Margarida, cuyas puertas y ventanas permanecen tapiadas para evitar posibles ocupaciones. | Archivo - Periódico de Ibiza y Formentera

El Ayuntamiento de Eivissa tiene la intención de poner a la venta el año que viene los terrenos sobre los que se alzan las antiguas viviendas de Santa Margarita, en la avenida Isidor Macabich, y que tienen un valor en el mercado de unos 5 millones de euros.

La venta de estos terrenos, de unos mil metros cuadrados de superficie, está pendiente de la demolición de este viejo edificio de viviendas situado en pleno centro de la ciudad. Un derribo que, según las previsiones del Consistorio, empezará en breve, dado que ya se han abierto los sobres de las tres empresas que optan a llevar a cabo el proyecto.

Según explicó el primer teniente de alcalde de Vila, Alfonso Molina, los trabajos de derribo del edificio durarán entre un mes y un mes y medio, incluidas las obras de acondicionamiento de los terrenos para hacer un aparcamiento asfaltado provisional.

Los terrenos sobre los que se asienta el edificio son propiedad de IMVISA, una empresa municipal pendiente de disolución según los planes del Consistorio, y se pondrán a la venta a través de una subasta pública que, según señaló Molina, se pondrá en marcha a principios de 2018. Hace justo un año, el equipo de gobierno afirmaba que estos solares no se iban a vender de forma inmediata a pesar de las numerosas ofertas que habían recibido de diferentes grupos inversores que estaban interesados en explotar estos solares, por lo que todo apunta a que la venta de esta propiedad, situada en una privilegiada ubicación, será inmediata.

La venta de estos terrenos se materializará después de varios años de bloqueo por la negativa de Acisclo Marín, el último vecino de las viviendas de Santa Margarita, a abandonar su casa cuando se produjo el desalojo del resto de los residentes del bloque en el año 2010.

En octubre del año pasado, el edificio fue declarado en ruina después de que los técnicos del Ayuntamiento certificaran unos derrumbes en el techo que ponían en peligro la integridad física de las personas que lo habitaban y que obligaban a Marín a dejar su domicilio, quien pese a las reticencias iniciales abandonó la casa en diciembre de 2016. Finalmente, llegó a un acuerdo con el Consistorio y aceptó instalarse en una vivienda en usufructo en el edificio Es Pla de Vila proporcionada por el Ayuntamiento de Eivissa.

Tras su salida, una brigada de obreros municipales tapió las puertas y ventanas del inmueble para evitar posibles ocupaciones que evitaran su demolición.

LA NOTA

Aparcamiento provisional

El solar sobre el que se levanta el viejo bloque de viviendas de Santa Margalida será habilitado como aparcamiento tras la demolición del edificio. La empresa encargada de derribar el inmueble asfaltará el terreno y habilitará el espacio para albergar un total de 40 coches y 15 motocicletas. El aparcamiento se abrirá demanera provisional y solo estará en funcionamiento hasta que se formalice la venta del solar. Este aparcamiento en el centro de Vila se unirá al habilitado recientemente en el solar que ocupaba la antigua delegación del Gobierno situado al lado de los actuales Juzgados, también demolido. El derribo del edificio de Santa Margalida será, por tanto, el tercero en la zona tras la demolición de la antigua escuela de Sa Graduada.