Imagen del pleno de Vila celebrado el viernes.

Estamos a las puertas de la Navidad. Y por lo mismo que el concejal de Epic, Antonio Villalonga, no debiera enrollarse en el último pleno del año de Eivissa con una catarata de mociones que perturba la tradición, en estas fechas entrañables no deben usarse palabras desagradables al oído como desahucio. El concejal de Bienestar Social de Vila, Joan Ribas, está indignado -y con razón- porque se le acuse de desahuciar. Él no desahucia, él quita un recurso a unas personas que no cumplen con sus compromisos. Y bien que hace. El Ayuntamiento no está para hacer beneficencia. Eso Joan Ribas y sus compañeros de Guanyem Eivissa se lo dejan a los bancos, que son quienes deben abstenerse de retirar recursos a la gente que no paga. El consistorio ha de hacerlo porque es su obligación, pero que no se diga que desahucia porque no desahucia.

Los desalojos de Sa Penya tampoco fueron desahucios, por más que se sacó a la gente del lugar donde vivían auxiliados de la fuerza pública con material antidisturbios, con perdón. Ese equipamiento policial que, a juicio del partido de Joan Ribas, no debe ser mostrado a los menores de edad, no vayan a pensar que las autoridades competentes puedan algún día ordenar a la Policía que lleven a cabo un desahucio, también llamado quitar un recurso que no es del desahuciado.

Y es que hay días en que uno no sabe bien en manos de qué gente estamos, porque además hay que guardarse de criticarles, so pena de ser acusados de sabe Dios qué cosas. Y encima hay que aguantar sus lecciones de democracia, como si fuera algo que han inventado ellos, con esa suficiencia que otorga el estar en posesión de la verdad siempre. Solo así se explica esta pavorosa falta de autocrítica, donde cada metida de pata contrastada se achaca al PP, que lleva en las Pitiusas y en Balears alejado del poder hace ya casi tres años.

Prou!. Pero basta de críticas, que hoy es mi cumpleaños y mañana es Navidad. Corresponde pues felicitar a la plataforma Prou!, que a base de tortillas payesas han logrado convencer al alcalde socialista de Sant Josep, Josep Marí Ribas ‘Agustinet’, de que ha de reducirse el número de hamacas, sombrillas, velomares y otros obstáculos en las principales playas del municipio. Dice ‘Agustinet’ que a los concesionarios no les gusta la reducción de las hamacas, como es normal, y habrá que ver si les gusta a los usuarios de las playas que van a tomar el sol y no a comer tortillas payesas. Pero en fin, bien está que el alcalde busque contentar a algunos de los que la semana pasada le acusaban de otorgar licencias ilegales en Playa d’en Bossa. Hay que procurar llevarse bien con todo el mundo, que es Navidad.

Nos quedaremos sin subasta. Tiro de ironía y lamento profundamente que se nos prive de ver repetida la subasta de lotes de playa que transformó el salón de plenos de Sant Josep en una sala de Christie’s. Aquella subasta indecente al mejor postor se vendió como la panacea y la mejor forma de recaudar dinero para destinar a otros servicios del Ayuntamiento. Ahora se anuncia que ya no habrá subasta, pero no se dice cómo afectará eso a las arcas municipales. Y es que se corrige una decisión errónea sin admitir que lo era, en un ejercicio de arrogancia que resulta bastante molesto a la ciudadanía.

Ecotasa. A los entusiastas defensores del impuesto por pernoctar fuera de casa que pagamos los ciudadanos de Balears aunque no hagamos turismo, quiero oírles ahora defender que en Menorca los hoteles paguen menos ecotasa que los de las Pitiusas. A todos aquellos que tan pronto como aparece un conseller del Govern en el Aeropuerto de Es Codolar, ni te digo si es la presidenta la que viene, se aprestan a desplegar la alfombra roja y a lanzar vítores y loas, ¿les parece normal que se acepte una discriminación flagrante para Eivissa y Formentera? Claro que sí, todos a callar y a agachar la cabeza, no se vayan a disgustar en Palma.

Les deseo una muy feliz Nochebuena! ¡Bon Nadal