El transporte público de Ibiza no convence a una gran mayoría de usuarios que lo usan cada día; más aún si hablamos de la temporada invernal. Y es que muchas líneas suspenden su servicio de noviembre a mayo y lo reanudan con la llegada de turistas a la isla. Es el caso de la línea de Sant Antoni -pasando por Sant Josep- al aeropuerto, de Ibiza a Cala Vedella o de Santa Eulària a Portinatx, entre otros.

También están las líneas que reducen sus frecuencias, como la de Santa Eulària a Sant Antoni, o aquellas que aumentan el tiempo de espera en la parada, como es el caso de la línea de Sant Antoni a Ibiza que pasa de 15 minutos en verano a 30 en invierno o la de Ibiza al aeropuerto, que añade 10 minutos más de demora, alcanzando los 30, respecto a verano.

Las quejas se repiten

Una de las paradas más frecuentadas está en el hospital de Can Misses. Allí está Yolanda, con sus dos niños pequeños, esperando al autobús que les lleve a Cas Serres. «Pasa cada hora y aún me quedan como 30 minutos aquí. Hemos venido al médico y ahora la niña llega tarde al colegio porque no tengo otra forma de llegar sin que sea andando mucho», explica.

Situación parecida se vive en una de las múltiples paradas de la avenida Isidor Macabich. Decenas de usuarios esperan el autobús que les lleve a su casa. Es el caso de Juan, Samuel y Sofía, tres jóvenes que quieren ir a Jesús y solo tienen autobús a las 12 del mediodía. «No sé si es porque no nos enteramos de todas las líneas o porque el servicio es vergonzoso. Parece que como Jesús está cerca de Ibiza no hace falta un medio de transporte, pero a ver quién tiene tiempo para ir andando», critica uno de ellos.

Ya en Sant Antoni las quejas se repiten. Cristina acude, cada día, a la estación de autobuses para ir a trabajar a Ibiza. «Ahora pasa cada media hora y si en verano lo hace cada 15 minutos es porque hay extranjeros. No miran por nosotros, miran por los que llegan de vacaciones», dice. En este sentido, critica que, por la noche, hayan aumentado el tiempo de espera en 15 minutos «cuando el autobús está quieto y la gente helada esperando».

Situación que, dice, se repite en Blanca Dona cuando salen los jóvenes del colegio. «Lo hacen para recoger al mayor número de gente posible, pero creo que está más que pagado».

La parada de Santa Eulària tampoco recibe el aprobado por parte de los usuarios. «Voy a Portinatx, pero como en invierno quitan el autobús directo tengo que ir primero a Ibiza y de Ibiza a Portinatx», cuenta Alejandra, quien tarda más de una hora y media en llegar a su destino. «Siempre me ha gustado ir a Cala Comte, pero ahora es imposible. Tendría que ir por la mañana a Sant Antoni y esperar al otro, pero si se te escapa pierdes la mañana esperando», añade.

A su lado está Catherine, con su bebé, esperando al autobús que va a Es Canar. «Para Ibiza está bien, pero el problema está en ir a Es Canar; y los domingos y festivos ya ni te cuento. En verano sí que está mejor, pero muchas veces no puedes entrar de la gente que hay y yo con el carrito de la niña, menos», explica.

En Jesús la parada parece la de un pueblo fantasma. Por allí pasea Joaquín, un vecino del municipio que se ha comprado una bicicleta para ir a Ibiza. «Visto que las cosas no cambian y que no tengo carnet de conducir, me he tenido que buscar una alternativa que no dependa de horarios», explica.

PRECIOS

Can Misses

La parada del hospital es una de las más frecuentadas por los usuarios que se quejan de la reducción de frecuencias en la época invernal.

Isidor Macabich

La avenida alberga diferentes paradas y decenas de personas esperan en las marquesinas. Tanto las líneas como las frecuencias se reducen en invierno.

Sant Antoni

Una de las estaciones estrella de Ibiza, pierde movimiento de noviembre a mayo.

Santa Eulària

Los usuarios critican la escasez de conexiones para ir a diferentes puntos de la isla.

Jesús

Muchos la califican de «estación fantasma» en los meses de invierno por la «falta» de actividad.

EL APUNTE

El Consell es «consciente» de la carencia del servicio

El coordinador de Mobilitat en el Consell d'Eivissa, Gianandrea di Terlizzi, explicó ayer a este periódico que la propuesta estrella de su partido fue la de «hacer un transporte público que fuera una alternativa competitiva con el vehículo privado». En este sentido, dijo que, ahora, es «complicado» hacer cambios en el servicio; sin embargó, apuntó que estos llegarán cuando finalicen las vigentes concesiones a finales de año.

«Ahora trabajamos en saber qué refuerzos necesitamos. Estamos con la mejora tarifaria y después llegará la mejora de frecuencias y la modificación y/o creación de nuevas líneas. También cambios en algunos vehículos».
De este modo, di Terlizzi explicó que «ya tenemos diseñado el modelo que queremos porque somos muy conscientes de la carencia extrema que estamos sufriendo».