Neus Mateu, actual directora insular de la Administración del Estado, se despidió ayer de la corporación. | Marcelo Sastre

El pleno del Ayuntamiento de Sant Antoni aprobó ayer los pliegos para la contratación del nuevo cementerio, tanatorio y crematorio que se construirán en la antigua cantera de Can Coix con la abstención de los tres concejales del PI que forman parte del equipo de gobierno tripartito. «No lo vemos claro», señaló su portavoz, Joan Torres. «Hace dos años, cuando entramos en el equipo de gobierno, había un proyecto de ocho millones de euros para hacer un cementerio y se piden unos pliegos para empezar esta construcción, y luego resulta que vemos en estos pliegos que podemos hacer el cementerio por poco más de dos millones. Tenemos dudas, no nos cuadra esta gran diferencia y optamos por abstenernos. El partido no lo tiene claro», añadió Torres al final del pleno sin especificar nada más sobre el asunto.
El alcalde, Pep Tur, explicó que el cementerio tendrá una superficie de 679 m2 y que en la primera fase del proyecto está previsto que se habiliten 400 nichos, ocho panteones y 200 columbarios. Las fases posteriores se llevarán a cabo con arreglo a las necesidades y demandas existentes y el plazo máximo de ejecución a partir de la firma del contrato será de dos años. La previsión final es que el nuevo cementerio tenga un total de 1.200 nichos, 18 panteones y 1.100 columbarios.
La construcción del nuevo camposanto de Sant Antoni supondrá el cierre del actual y la redacción de un plan de clausura y el concesionario deberá asumir el coste de las inceneraciones de los restos no reclamados. La empresa concesionaria también se hará cargo del resto de cementerios del municipio. El valor máximo estimado de este contrato, que tendrá una duración de 50 años, es de 27,8 millones.
El PP pidió el aplazamiento del debate debido a la recogida de firmas que se ha iniciado en contra de la construcción de un crematorio en la zona de Can Coix, donde hay varios centros educativos y un complejo deportivo. «Pienso que la gente que encabeza esta protesta no tiene la suficiente información o desconoce la realidad, porque estos hornos son normales y habituales», señaló el portavoz del PP, Pepe Sala.
El alcalde, sin embargo, señaló que este tipo de crematorios se instalan en el centro de ciudades, «por lo que no tiene que haber ningún problema», y se comprometió a informar a los ciudadanos. Además, también destacó que era necesario aprobar ayer este pliego «porque está previsto un cambio en la ley que nos afectaría y tendríamos que volver a empezar».
El PP también mostró su preocupación en relación al traslado de los restos que están en el cementerio a la futura instalación. «En los pliegos se establece una tasa de 30 euros cuando en el reglamento dice que el coste lo asumiría el Ayuntamiento», destacó el concejal del PP Xicu Cardona.
Pepe Sala recordó que el terreno para la construcción del nuevo cementerio se compró en época de Antoni Marí como alcalde, mientras que en la última etapa de Sala como primer edil no se pudo llevar a cabo este proyecto porque no obtuvo la declaración de interés general.