Na Catalina, con el retrato de Jerome. | DANIEL ESPINOSA

Catalina Juan, na Catalina, tiene 92 años. Ha nacido en Formentera y es el prototipo de mujer pitiusa, dura y fuerte, que ha sobrevivido al paso del tiempo trabajando en el campo. Orgullosa de sus costumbres y de su tierra, sigue vistiendo con traje tradicional y su silla de ruedas no le impide hacer vida, relativamente, normal. Por ello, no es extraño que el artista urbano Jerome haya decidido inmortalizarla en un muro de las pistas deportivas de Sa Bodega de Ibiza.

El resultado es, como todo lo que hace el grafitero ibicenco, sencillamente espectacular. El nivel de realismo es tan alto que muchos pensarán que estamos ante una gran fotografía de na Catalina. Y más si tenemos en cuenta que ella acudió a la presentación del mural con su traje de faena, su capell, su pañuelo amarillo bordado debajo y abrochado a la barbilla, su mantón y su delantal largo. Lo mismo que Jerome ha plasmado en un primer plano en el que no falta ni el característico y entrañable gesto de su boca.
«Hacer más visible la figura de la mujer»

Na Catalina no es la única mujer de este muro. Jerome, Aída Miró y Twoflü – estos dos últimos también artistas urbanos – han plasmado en el lugar, de forma hiperrealista, tres rostros de mujeres de diferentes edades y culturas «que por su historia pueden acabar sorprendiendo a los viandantes y hacerlos reflexionar sobre el papel de la mujer en nuestra sociedad». Además, de paso, buscan «hacer más visible la figura de la mujer en los espacios urbanos».

Una iniciativa que aplauden desde la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Ibiza. Tanto que su responsable, Elena López, animó «a las personas anónimas a que se sumen a la iniciativa». De momento, quien ya lo han hecho han sido distintos grupos feministas de Formentera.