En la imagen, Joan Bufi Arabí.

Joan Bufí Arabí (1946) preside la junta comarcal de Ibiza de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) desde septiembre de 2017. Este empresario hotelero, ya jubilado, que fue vicepresidente de la CAEB asume las riendas de la junta comarcal tras una etapa de casi tres años en la que no se contó con ninguna figura visible de Ibiza tras la dimisión de la anterior junta en mayo de 2015 aunque la asociación siguió trabajando atendiendo a pacientes oncológicos y a sus familiares de la isla. Con casi 2.000 socios en Ibiza, la AECC inicia una nueva andadura en la isla de la mano de Joan Bufí que quiere reconstruir el colectivo de Ibiza empezando por completar su junta directiva.

¿Cómo fue que una persona con su trayectoria empresarial decida asumir la junta local de la AECC?
—La vicepresidenta de la AECC es Carmen Planas que es, además, presidenta de la CAEB y ella me ofreció estar en la junta provincial ; no pude decir que no, pero lo hago con mucho gusto e intentaré hacerlo de la mejor manera posible.

¿Cuáles son sus objetivos como presidente de la junta comarcal?
—Intentar unificar el trabajo y todo lo que podamos aportar desde la AECC aquí en la isla. En Ibiza, por la historia de los últimos años, se deshizo un poco en diferentes asociaciones y creo que lo mejor es trabajar en conjunto, es más efectivo porque mucha fuerza y ayudas se pierden porque está diseminado. Intentaré unificar el máximo posible porque creo que la unión hace fuerza; ahora bien, respetando cada una de ellas porque el esfuerzo que hacen es muy importante. Voy a intentar darnos a conocer y sensibilizar al máximo posible. Queremos colaborar con la sociedad ibicenca en la prevención, información, colaboración y ayuda con los pacientes en todo lo que se pueda hacer. Sabemos que hay muchas personas muy necesitadas no sólo de ayuda psicológica sino social. El cáncer cuando pega el golpe no mira quién ni cómo. A veces hay personas humildes y necesitadas que no necesitan sólo de apoyo psicológico sino también económico. Nosotros tenemos muy claro desde la AECC que el apoyo puede ser de muchas maneras, desde ayudas para el transporte, sillas de ruedas, pelucas o cualquier cosa. Tenemos las posibilidades de hacer todo esto, pero queremos sensibilizar a la gente para que acuda a nosotros y nos pida ayuda. Otra cuestión muy importante es ayudar a la prevención a nivel nacional. En los últimos años se ha mejorado mucho en los estudios y resultados que se ha conseguido pero hay que seguir y no bajar la guardia. Queremos seguir ayudando en la investigación. La AECC aporta unos 45 millones de euros anuales para la investigación. Tenemos una trayectoria de colaboración bastante importante que se hace a nivel global, a través de la central que está en Madrid. El organigrama está muy bien distribuido, desde la central de Madrid a las juntas provinciales y a las comarcales, es donde se decide todo cómo se va a hacer, hay una gerencia y hay una transparencia de las cosas para que todo se haga legal.

Ahora que menciona la transparencia, sabe que cuando la anterior junta pidió que se aclarara donde iba el dinero recaudado en Ibiza.
—En los dos últimos años ha habido un giro total. Mensualmente hay unas exposición de todas las cuentas, euro por euro dónde va destinado, el presupuesto que se puede gastar y la autorización la decide la junta provincial, de la cual yo formo parte. A quien le toca saber ahora donde va soy yo porque tengo acceso a las cuentas. Tengo libertad total para hacer lo que quiera.

¿Sus antecesores no tenían antes acceso a las cuentas?
—No he querido entrar en esto. Creo que posiblemente hubo una falta de entendimiento para dar a conocer que hubiera la transparencia suficiente. Parece ser que fue bastante grave porque desapareció casi la asociación, salvo los locales.

Comentaba también que aspira a una unificación ¿Cuál es su relación con las otras asociaciones de lucha contra el cáncer?
—Yo creo que buena e intento que cada día sea mejor, porque todos buscamos el mismo fin: la ayuda a los pacientes que son los que más lo necesitan. Quisiera poder unificar estas ideas, que llegaran a más. A lo mejor podemos colaborar todas las asociaciones porque quien se va a beneficiar de esto es el paciente. Nuestra asociación tiene suficiente con los donativos de particulares y socios. Tenemos posibilidades de ayudar mucho sin necesidad de recurrir a eventos pero se hace porque es muy importante sensibilizar a la sociedad para que tenga acceso a los conocimientos de prevención del cáncer, que la gente tenga toda la información completa y eso empieza desde la niñez. Sería una gran ilusión contactar con las asociaciones de padres para hacer charlas en los colegios informando del efecto positivo de una buena nutrición y tabién llegar a la gente con más edad. Los malos hábitos saludables repercuten en el cáncer y es muy importante que se puedan evitar. Quiero reforzar todo esto en Ibiza y creo que nada es mejor que colaborar entre todos, nos importa la sociedad y la gente. También es muy importante la atención a los enfermos y a los familiares, que tengan ayuda psicológica y que no se sientan solos, que colaboren en diferentes actividades que organizamos, así se conocen entre ellos, hablan y pueden entender la vida mucho mejor, esto ayuda enormemente. Al cáncer hay que plantarle cara pero con ánimo, voluntad y apoyo de asociaciones y de gente. El apoyo es lo más importante. Nosotros tenemos los medios para colaborar. La participación en los hospitales es muy importante.

¿Qué hacen en Can Misses?
—Una vez que una persona está diagnosticada se le puede ofrecer ayuda psicológica y de todo tipo. Esto lo que queremos hacer, lo hacemos pero si quisiéramos aumentarlo. Por las circunstancias que ha tenido la asociación, hoy en día no podemos tener la asistencia en los centros como podríamos tenerla porque está más diseminada la participación entre diferentes asociaciones y esto no ayuda.

¿Se ha puesto en contacto con las asociaciones, como APAAC o Elena Torres?
—Es difícil pero lo intento. Con Elena Torres nos llevamos muy bien, he asistido alguna fiesta, trabajan en la investigación y ahí también podemos ayudar. Hay una gran cantidad de trabajo por hacer, respeto a todo el mundo, hay que olvidar el pasado porque la finalidad es común para todos: ayudar al paciente.

¿Qué le está aportando la AECC?
—Tengo experiencia en las asociaciones empresariales y al dejarlas, por edad y jubilación, cuando te piden hacerte cargo de la AECC no puedes decir que no porque el trabajo y el fin es muy bueno. Quiero que mi experiencia me sirva para unificar, con toda la mejor y buena voluntad de colaborar. Haré todo lo posible para hacerlo.

¿Qué ha descubierto usted en esta nueva etapa de su vida?
—Que es muy gratificante porque quien se lleva el mérito son los pacientes, para mí esto es todo. Siempre he hecho todo lo que he podido para ayudar al prójimo, va en mis genes, y seguiré haciéndolo.

¿Con la radioterapia en Ibiza se ha mejorado o se necesitan más medios?
—Se necesitan más medios y personal. Tenemos tres personas trabajando en la sede, el psicologo, la trabajadora social y un administrativo, pero se necesitan más y sobre todo más voluntarios. La idea principal es hacer una junta local en cada municipio de la isla con representantes y voluntarios en cada una de las localidades. Necesito también completar la junta directiva de Ibiza. Tenemos a una vicepresidenta, Laura Ferrer, pero se necesita a más gente.