El evento se celebró en la planta baja y en la planta primera del Palacio de Congresos de Ibiza, en Santa Eulària.

Bienestar Ibiza, en colaboración con el Ayuntamiento de Santa Eulària organizó ayer en el Palacio de Congresos de Ibiza, en Santa Eulària, una jornada dedicada por completo al Bienestar. En ella participaron numerosos profesionales que se dedican de una u otra manera a este mundo, desde nutricionistas a fisioterapeutas pasando por médicos, masajistas, expertos en tratar la columna vertebral, maestros de yoga o reiki o simplemente personas que vendían todo tipo de productos, desde unas banderas o unos cuencos tibetanos a cds, libros de religiones o filosofías o pulseras o collares con minerales supuestamente beneficiosos para nuestra salud.

Bajo el lema de Bienestar y temporalidad los organizadores vendían este evento como un punto de encuentro «donde encontrar respeto, amor, orden, cuidados, alimentación, equilibrio y un largo etcétera», pero lo cierto es que si no se era un experto en la materia era complicado entender que se ofrecía. Por ejemplo, nada más entrar en la planta baja, a la izquierda, un puesto ofrecía productos de Shungite, un material, que según se podía leer en su cartel, «está elaborado de carbono, minerales y fullerines, tiene más de 2 millones de años de edad y es lo suficientemente inteligente para ayudarte a eliminar las energías negativas y despejar, activar y alinear todos los chakras, ayudándonos a normalizar el sueño y equilibrar nuestro nivel mental, emocional, físico o espiritual».

Junto a este puesto, casi pegado, otro ofrecía miel elaborada con jengibre, cremas y bisutería, y justo enfrente, en el puesto más grande había una especie de mercadillo donde se encontraban los productos más diversos. Por un lado, libros en los que se hablaba de todas las religiones y filosofías imaginables y por otro se combinaban las tradicionales banderas tibetanas con cuencos, estatuas de Buda y dioses hindúes con malas, cds, pulseras y collares con minerales muy diversos y hasta cojines e imanes donde se podía leer por todas partes la palabra Ibiza. Y para completar lo que había en la planta baja, una empresa ofrecía a los visitantes realizar un estudio de su columna vertebral para mejorar la postura y así mejorar su salud en el día a día y otra, tras realizar de forma gratuita la medición del índice de masa corporal, una amplia selección de productos alimenticios para adelgazar incluyendo unos biscotes con mermelada de fresa, por supuesto, bajos en azúcar.
Este encuentro también ofrecía la posibilidad de recibir todo tipo de terapias previo pago de 10 euros. La oferta era enorme aunque era recomendable leer previamente en que consistía cada una ya que se ofrecían desde los tradicionales masajes a terapias basadas en la magia de las hadas, pasando por el tarot, la sanación inspirada en la naturopatía y la medicina herborística, la osteopatía, la sanación reconectiva, el masaje californiano o la apiterapia, una técnica que aboga por emplear el veneno de las abejas como uso terapéutico.

Tampoco faltaron las charlas sobre terapia angelical, la quiropráctica, cómo encontrar a tu niño interior, la alquimia de los alimentos fermentados, la relajación y el control del estrés, el tantra, la numerología kármica, la profesión de madre de día como alternativa a las escoletas tradicionales o los registros akáshicos. Incluso, los visitantes pudieron disfrutar de clases de Diksha o transferencia de energía consciente, la escenificación terapéutica, pilates, yoga para niños, Tai Chi y hasta un concierto de cuencos tibetanos.
Por último, los niños también tenían su espacio. En la planta baja, en el centro, una mesa con unas bolas ofrecía un curioso juego con bolas de colores en el que se pedía a los niños y padres que «pidieran un deseo con un propósito para el día, que sacaran una bola al azar, la abrieran, se quedaran con lo que había dentro y posteriormente la dejaran en el mismo lugar para que la pudiera rellenar otra persona». Además, en la planta primera había un laboratorio de artes plásticas, artesanía e ilustración, un pintacaras y a lo largo de la mañana un peculiar teatro de los 7 chakras y un taller de respiración y mantras.