Foto compuesta de los representantes institucionales y de los centros premiados, el CEIP Puig d’en Valls, el IES Algarb y el CEIP Santa Gertrudis, frente al Centre d’Interpretació des Amunts.

Los premios a los centros educativos por el Desarrollo Sostenible 2018 fueron a parar , de forma notable, a la labor de los centros educativos pitiusos en esta segunda edición, celebrada en el Centre d’Interpretació des Amunts de Sant Llorenç.

En este espacio de referencia medioambiental se hizo entrega de los galardones a las escuelas pitiusas ganadoras, en un acto al que asistieron el conseller del Govern balear de Medi Ambient, Agricultura i Pesca, Vicenç Vidal, el director general d’Educació Ambiental, Qualitat Ambiental i Residus, Sebastià Sansó i Jaume, el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Marí y la regidora d’Educació, Ana Costa, en representación de Santa Eulària.

Un reconocimiento de relevancia, ya que siete fueron las escuelas escogidas de Ibiza y una de Formentera, de las 17 candidaturas presentadas para el concurso balear. En la categoría global, el primer premio de 3.000 euros fue para el CEIP Puig d’en Valls, el segundo de 2.000 para el CEIP Santa Gertrudis y el tercero de 1.000 euros para el mallorquín CEIP Eleonor Bosch.

En categoría específica, dedicada este año al agua, un doble primer premio se entregó a los mallorquines IES Felanitx y al IES Guillem Casasnovas, un segundo para el IES Algarb de Sant Jordi y un tercero cayó para el instituto Joan Ramis i Ramis de Menorca.

En representación de sus alumnos, el director del centro josepí, Noel Ramón, expresó sentir orgullo por el reconocimiento a una trayectoria de casi 25 años, ya que el Puig d’en Valls empezó a participar en proyectos medioambientales desde 1995, cuando todavía no estaban insertos en otras escuelas. «Horticultura, reciclaje o alimentación saludable», el centro ganador ya tiene asentadas todas esas actividades en sus planes de estudio, según explica su director, y lleva a cabo un programa amplio de actividades que van del reciclaje, no solo de plásticos sino también de móviles usados y baterías mediante campañas de recogida, o la producción de aceite «de nuestros propios olivos», apuntó Ramón.

El centro dedicará los 3.000 euros a «reinvertir en el programa, herramientas para el huerto y un motocultor o sistema de riego», detalló el director. «L’Algarb viu l’aigua» fue el proyecto merecedor del segundo premio en la categoría específica dedicada al agua, y es que la escuela de Sant Jordi ha invertido grandes esfuerzos en llevar a cabo una gestión eficiente de los recursos hídricos. Entre el programa se encuentran la instalación de una bomba de osmosis para abastecer las fuentes del instituto, reducir el caudal de agua de los grifos o, como dan testimonio sus propios alumnos, «recoger el agua de la lluvia para regar nuestro jardín, del que nos hemos ocupado», detalló Aarón Domínguez.

En su compromiso por dar continuidad al proyecto por la transición ecológica, el centro invertirá los 2.000 euros del premio en «hacer un aula verde para plantar cosas y hacerlo con material reciclado», explicó Jane Torres, otra de las alumnas.

El conseller de Medi Ambient reconoció la labor de alumnos, padres y madres, y de toda la comunidad educativa y destacó la importancia de abordar el tema de esta edición desde las aulas, «el agua es algo importante en Ibiza debido a las sequías. Estas escuelas e institutos están innovando, transmitiendo valores», prosiguió Vidal, «si queremos cambios en la sociedad, necesitamos una sociedad que se planteé dudas y para entender lo que pasa en nuestro entorno la educación ambiental es básica».