La Guardia Civil encontró restos de sangre en este taller abandonado de Sant Antoni. | MARCELO SASTRE

El caso de la desaparición de Nuria Ester Escalante, la mujer de 52 años cuyo rastro se perdió el 31 de octubre en Sant Antoni, sigue dando giros inesperados. El último: los resultados de las pruebas de ADN han descartado que los restos de sangre hallados en la casa donde se alojó con un grupo de okupas correspondan a Nuria Ester.

A la vista de estos resultados, Marta Matarredona, letrada que representa a los tres hombres que hasta hace una semana estaban encarcelados por su presunta implicación en la desaparición, solicitará el sobreseimiento y archivo de la causa. Por otra parte, el único sospechoso que permanece en prisión compareció ayer ante el titular del juzgado que instruye la investigación.

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El hombre polaco de 37 años fue captado por diversas cámaras junto a Nuria Ester. La defensa pide su puesta en libertad, pero la acusación particular impulsada por la familia de Nuria se opone ya que entienden que existen indicios de peso para mantener la causa abierta contra estos sospechosos.

Nuria Ester Escalante desapareció el pasado 31 de octubre. A finales de noviembre el juez decretó prisión provisional para cinco sospechosos detenidos por la Guardia Civil. A día de hoy, sólo queda uno en prisión y el paradero de la mujer sigue siendo un misterio.