Agentes de la Policía Nacional y sanitarios atienden las indicaciones de unos vecinos de la zona. | Marcelo Sastre

«Los vecinos llevamos años denunciando esta calamitosa situación. Sabíamos qué iba a pasar. Todo era cuestión de tiempo y al final tenemos que lamentar muertes». Son palabras de Antonia Álvarez, una de las vecinas de la zona que ayer expresaba su indignación y malestar por un incendio que, según advertían varios vecinos, era la crónica de una tragedia anunciada. Eran las 14.00 horas. En la zona todavía continuaban los trabajos de extinción previos al desescombro, pero entre los vecinos ya barruntaban el fatal desenlace. «Esto no se podía tolerar. Son personas, seres humanos y no pueden estar viviendo en las condiciones en las que estaban por la falta de vivienda». Su hija Paola, con una mayor indignación, cargaba contra el alcalde de Vila y se preguntaba en voz alta «porqué no hacen más viviendas sociales».

Muy cerca, otra vecina atravesaba el perímetro de seguridad e insistía en que dentro del inmueble había más personas.

A escasos metros, Manuel Álamo, otro vecino de es Viver, hacía hincapié en la reclamación de un albergue y viviendas «para esta gente que viene a ganarse la vida, pero que no tienen dinero para pagar los abusivos alquileres».

En la calle Jacint Aquenza se vivían momentos de tensión. Hasta la zona ya habían llegado el presidente del Consell, Vicent Torres, y la vicepresidenta, Viviana de Sans, así como el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, el primer teniente de alcalde y concejal de Benestar Social, Joan Ribas, y la concejal de Policía Local, Rosa Rubio.

El episodio vivido ayer es el más grave de los registrados en un inmueble que está en el foco de la polémica desde hace años. Entre los heridos ayer, una vecina de una casa próxima que resultó intoxicada por el humo.

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Los vecinos siguieron los trabajos de extinción lamentando lo sucedido, incluso antes de confirmarse el hallazgo de la primera víctima. «Es muy penoso lo ocurrido, una auténtica desgracia y ahora solo cabe esperar que sea el fin de este edificio», apuntó uno de los vecinos.

Damnificados

Tras valorar el alcance del incendio, el Ayuntamiento de Ibiza activó el dispositivo de refugio para habilitar los medios disponibles a fin de ofrecer refugio a los okupas afectados por el siniestro.

El Consistorio indicó que el departamento de Bienestar Social de Vila se ha puesto a disposición del servicio de emergencias 112 para atender a las personas que se hayan quedado sin hogar por el incendio. Para ello, una Unidad Móvil de Emergencia Social, que participa en el dispositivo de refugio, informará a lo largo de las próximas horas sobre los recursos disponibles.Ya por la tarde, en Can Botino se celebró una reunión de urgencia para evaluar y coordinar todas la actuaciones que se lleven a cabo a partir de ahora.

El director insular del Estado en las Pitiusas, Enrique Sánchez, apuntó que a partir de hoy se estudiará la situación de cada afectado, caso por caso. Asimismo, se determinará cómo ha quedado la estructura del inmueble.