Marian Roig ha vivido una experiencia única en Estados Unidos, donde ha dado clase a niños desfavorecidos y ha participado en conciertos.

La joven violinista ibicenca de 25 años Marian Roig acaba de regresar de la ciudad de San Antonio, en el estado norteamericano de Texas, donde ha vivido una experiencia que ha cambiado su vida para siempre. Ella ha sido seleccionada para participar durante tres semanas en el prestigioso proyecto Classic Musical Institut fundado por el violinista español Francisco Fullana.

Se trata de una iniciativa que aúna música y solidaridad. De hecho, Roig durante el tiempo que ha pasado en Estados Unidos, desde el 3 al 23 de junio, ha compaginado las clases que ha impartido a niños en riesgo de exclusión social con los conciertos que ha ofrecido junto a otros profesores por distintos lugares de San Antonio, entre ellos el conocidísimo y espectacular Tobin Center for the Performing Arts. «Es una zona de grandes contrastes ya que aunque hay muchas personas con mucho dinero y otras con muy poco, los que más tienen son muy conscientes de que tienen que hacer todo lo posible por ayudar al resto y eso, sinceramente, me ha marcado para toda la vida», aseguró ayer Roig a Periódico de Ibiza y Formentera .

«Nunca he tenido alumnos como ellos»
El origen de esta participación se remonta a Madrid hace apenas unos meses. Roig comenzó en la música dando clases con seis años en la casa del conocido profesor David Gómez, luego entró en el Conservatori Profesional de Música d’Eivissa i Formentera con 8 y tras cursar y terminar con éxito la carrera en la capital de España en 2016, la joven violinista ha estudiado un curso de postgrado donde ha dado clase Fullana. «Siempre he sido una gran seguidora del trabajo que hace, siempre que he podido he ido a sus clases y ahora el haber sido seleccionado por él junto a dos músicos más de Madrid para ir a Estados Unidos, mi sueño desde que era adolescente, hace que todavía viva en una especie de fantasía preciosa de la que no me quiero despertar», confirmó la joven ibicenca.

De hecho, Marian Roig asegura que se hubiera quedado mucho más tiempo en San Antonio. «He trabajado doce horas todos los días con estos niños y aunque ya tengo experiencia dando clases a otros pequeños en Madrid, te puedo asegurar que nunca he tenido niños tan agradecidos como ellos». Algo que ha provocado en ella varios cambios y experiencias que aplicará en un futuro. «En Madrid doy clase a aspirantes a músicos desde los 4 a los 18 o 19 años y ahora estoy segura que todo lo que he aprendido en Estados Unidos me servirá para poder aplicárselo a ellos y que entiendan también que se puede ser feliz con mucho menos de lo que tenemos aquí».