La orilla de las playas se fueron cubriendo de blanco a medida que el oleaje iba sacando las bolas de microplásticos, de alta mar hacia la arena. El Ayuntamiento explicó que en ningún momento fue peligroso para los usuarios, ni hubo la necesidad de cerrar la playa que permaneció en todo momento con bandera verde.
Ayer por la mañana, tras las labores de limpieza pertinentes, el problema ya estaba prácticamente solventado, quedando únicamente unos restos en la playa de la desembocadura del río, alrededor de las rocas y en la zona del puerto.
Causas
Vecinos de la zona que se quejaron por lo ocurrido, apuntaron que este corcho blanco podrían ser restos del barco hundido en la zona hace unos días.
El portavoz del Ayuntamiento señaló que el poliespán probablemente sería de algún embalaje o algo similar que se había tirado al mar, relacionándolo con alguna «chiquillada». Añadió que «el material no se veía envejecido ni deteriorado como para haber permanecido una semana sumergido».
Respecto al hundimiento del navío y su contaminación en el mar, desde el Ayuntamiento de Santa Eulària aseguraron que después del naufragio de la embarcación se han realizado los análisis del agua oportunos y están a la espera de los resultados.
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